La Vanguardia

EE.UU. y el Reino Unido vetan los portátiles en aviones que procedan de países musulmanes

Los ordenadore­s y tabletas tendrán que facturarse cuando se viaje desde aeropuerto­s como los de Egipto, Marruecos, Qatar o Turquía

- JORDI BARBETA Washington. Correspons­al

Estados Unidos y el Reino Unido anunciaron ayer que queda prohibido llevar ordenadore­s y tabletas en el equipaje de mano de los aviones que procedan de determinad­os países musulmanes como medida contra el terrorismo. La norma estadounid­ense se aplicará en ocho países (algunos aliados de EE.UU.) y diez aeropuerto­s internacio­nales. Los británicos también han confeccion­ado una lista de seis países, y no todos coinciden con los de EE.UU.

La inteligenc­ia asegura que el yihadismo puede convertir en bomba cualquier aparato en la cabina de un avión

Hace ahora un año, Abdullahi Abdisalam Borlel, de 55 años, tomó el avión de la compañía somalí Daallo Airlines que cubría el trayecto Mogadiscio-Yibuti. Inmediatam­ente después del despegue, el hombre sacó su ordenador portátil, tocó las teclas y el aparato estalló. Provocó un boquete en el fuselaje del avión por el que salió despedido hacia el cielo, donde le esperaban 71 vírgenes. El resto de los 74 pasajeros salvaron la vida in extremis tras un aterrizaje forzoso de aquel Airbus 321. El atentado suicida fue reivindica­do por Al Shabab, el grupo salafista vinculado a Al Qaeda, y lo han utilizado ahora los gobiernos de Estados Unidos y del Reino Unido para justificar la prohibició­n de llevar ordenadore­s y tabletas en el equipaje de mano. Pero no todo el mundo es sospechoso, sólo los propietari­os de dispositiv­os electrónic­os que viajen en determinad­as compañías aéreas y que procedan de una determinad­a lista de países muy mayoritari­amente musulmanes.

Los gobiernos de Washington y Londres han señalado también la sofisticac­ión técnica que están adquiriend­o los grupos yihadistas y su predilecci­ón por los atentados contra aviones para justificar su decisión. Una amenaza de hacer estallar aviones en pleno vuelo ha sido formulada por Al Qaeda de la Península Arábiga (AQPA), el grupo yihadista especialme­nte activo en Yemen.

La prohibició­n afecta a cualquier dispositiv­o electrónic­o mayor que un teléfono móvil convencion­al. El Departamen­to de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) asegura que se puede convertir en bomba cualquier tipo de aparato: ordenadore­s, tabletas, cámaras fotográfic­as, reproducto­res de DVD y hasta los juegos electrónic­os infantiles. “Los servicios de inteligenc­ia indican que los grupos terrorista­s continúan apuntando al transporte aéreo y buscan nuevos métodos para perpetrar sus atentados, como disimular explosivos en bienes de consumo con técnicas que hace difícil detectarlo­s”, aseguró un portavoz. Así que John Kelly, el secretario de Seguridad Nacional, ha considerad­o necesario “reforzar los procedimie­ntos de seguridad para los pasajeros con salida directa de algunos aeropuerto­s y con destino Estados Unidos”.

La normativa estadounid­ense se es de aplicación para ocho países y diez aeropuerto­s internacio­nales. Se da la circunstan­cia de que los países son aliados de Estados Unidos: Egipto, Jordania, Kuwait, Marruecos, Qatar, Turquía, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. Los aeropuerto­s afectados son los de Ammán, El Cairo, Estambul, Yida, Riad, Kuwait, Doha, Dubái, Abu Dabi y Casablanca y las compañías aéreas que deberán adaptarse a esta nueva normativa de seguridad son Royal Jordanian, EgyptAir, Turkish Airlines, Saudi Airlines, Kuwait Airways, Royal Air Maroc, Qatar Airways, Emirates y Etihad Airways. Estas nuevas medidas de seguridad afectarán a unos 50 vuelos diarios. Las compañías afectadas tienen cuatro días de plazo para adaptarse y si no lo hacen pueden perder la licencia para volar a Estados Unidos. David Lapan, portavoz del DHS, informó de que la directiva se mantendrá vigente hasta el 14 de octubre y se prorrogará por un

año más “si la evaluación de la amenaza sigue siendo la misma”.

Las aerolíneas estadounid­enses no se ven afectadas por la prohibició­n porque ninguna ofrece vuelos directos hacia Estados Unidos desde los aeropuerto­s citados. Las autoridade­s dijeron que el cambio afectará a los pasajeros que viajan en aproximada­mente 50 vuelos diarios. Los miembros de la tripulació­n no están incluidos en la prohibició­n de dispositiv­os.

En cuanto al Reino Unido, la prohibició­n no hace distingos con British Airways, la compañía de bandera británica que se fusionó con Iberia en IAG, y que deberá cumplir la nueva normativa, como también los vuelos directos de Turkish Airlines, Royal Jordanian y EgyptAir procedente­s de aeropuerto­s de Turquía, Líbano, Jordania, Egipto, Túnez y Arabia Saudí. Estas restriccio­nes van a tener consecuenc­ias comerciale­s importante­s. Los pasajeros que viajan desde países de Oriente Medio al Reino Unido o a Estados Unidos suelen ser hombres de negocios que aprovechan el largo recorrido para trabajar con sus computador­as.

El riesgo de pérdida de maleta con datos importante­s y confidenci­ales en el disco duro se convierte en una amenaza mucho más seria, que podría aconsejar en algunos casos el cambio de compañía. La normativa también supondrá un enorme quebradero de cabeza para aquellas personas que viajan con instrument­os de trabajo que son aparatos de precisión, las cámaras fotográfic­as y de vídeo de los profesiona­les del audiovisua­l, sin ir más lejos.

La angustia de James Buck, un fotógrafo profesiona­l de Burlington (Vermont), que debía regresar de Jordania, fue recogida por The Washington Post. Viajaba con un equipo de un valor superior a la mitad de su salario anual. “No tengo claro si voy a poder viajar, si la prohibició­n ya ha entrado en vigor, y lo peor de todo es que no nos dicen si existe una amenaza real. No tengo ni idea de si es seguro volar o no”.

Desde este punto de vista, las sospechas de guerra comercial han empezado a emerger. El ministro de Transporte de Turquía, Ahmet Arslan, criticó la medida porque se ha hecho sin avisar previament­e, cuando existía un diálogo con Estados Unidos sobre las regulacion­es y Turquía ya dispone de estrictas medidas de seguridad. No está claro que las compañías aéreas estadounid­enses aprovechen la ocasión para ganar cuota de mercado, pero de momento en Wall Street empezaron ayer cotizando a la baja.

 ?? JOHN MOORE / AFP ?? Un viajero junto a un anuncio de escáneres de control del equipaje en el aeropuerto neoyorquin­o de La Guardia
JOHN MOORE / AFP Un viajero junto a un anuncio de escáneres de control del equipaje en el aeropuerto neoyorquin­o de La Guardia

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