Confirmado que el mercante ruso embistió al pesquero
Los expertos localizan el pesquero hundido por un buque ruso y esperan poder reflotarlo
El Guardamar Calíope, de Salvamento Marítimo, y el Lluerna ,de la dirección general de Pesca de la Generalitat, han encontrado el pecio de El Fairell, el pesquero de arrastre de la cofradía de pescadores de Barcelona hundido el lunes por un mercante ruso. Las sondas acústicas y un robot submarino han descubierto el barco, que podría ser reflotado “en las próximas horas”. Se halla en una sima de 170 metros de profundidad, aunque es una incógnita si estarán allí los restos de los dos tripulantes desaparecidos, el marroquí Mfeddal Sarghini, de 34 años, y el senegalés Cheikhou Mane, de 37. “Todas las hipótesis están abiertas”, declaró ayer la consellera de Agricultura, Ramaderia i Pesca, Meritxell Serret. Al patrón mayor de la cofradía, José Manuel Juárez, se le escapó poco después: “Fue un abordaje”.
La sospecha del error humano y la palabra abordaje –confirmada incluso por la Capitanía Marítima y el Ministerio de Fomento– ganan peso entre los pescadores, que ayer volvieron a peinar “todo el litoral de Catalunya”, como dijo la consellera. Nadie tira la toalla, pero la posibilidad de un milagro es cada vez más remota. De momento, lo único que se ha recuperado del pesquero son las dos balsas hinchables que se activaron a raíz del brutal impacto.
Los dos supervivientes, el patrón Xavi Huguet, de 45 años, y el marinero Ricard Segura, el Richard, de 50, han explicado que oyeron un estruendo y se abrió una tremenda vía de agua en el pesquero. Quienes han podido hablar con ellos aseguran que uno pudo salir por la ventana del puente cuando el barco se hundía y que el otro se mantuvo a flote agarrado a un trozo del casco. Ambos fueron rescatados por el
LOS DESAPARECIDOS La flota de arrastre, un cazaminas y dos ingenios teledirigidos buscan a los pescadores
LOS SUPERVIVIENTES “Oímos un estruendo y se abrió una gran vía de agua en el casco”, han dicho a sus compañeros
mercante ruso, que entró en la fibra de vidrio del pesquero como un cuchillo en una barra de mantequilla. “Lo abordó por babor”, dijo el patrón mayor, que no se explica lo sucedido. Se trató de “un abordaje”, confirmó más tarde la Capitanía Marítima de Bar- celona, que depende del Ministerio de Fomento. Tres tripulantes del buque, que seguirá retenido en Barcelona mientras dure la investigación, han declarado ya ante la Guardia Civil en calidad de
testigos y ayer era inminente la declaración de los dos supervivientes. El MID Volga 2 había abandonado Barcelona, con destino a Alejandría (Egipto) con un práctico a bordo, que ya había regresado a su embarcación y estaba de camino al puerto cuando se produjo la colisión, a tres millas náuticas del puerto, en una zona en la que los capitanes ya no necesitan el concurso de estos expertos para que les guíen en la entrada y salida de los muelles. La caja negra del barco, donde se registran los datos del viaje (VDR, en sus siglas en inglés), será clave para descifrar las causas del accidente y por qué no funcionaron –o no se tuvieron en cuenta– los sistemas de radiocontrol y seguridad de la navegación.
El cazaminas Sella, de la Armada, procedente de Valencia y que cuenta con un visor submarino de gran potencia, se sumó ayer a la búsqueda, en la que también participan dos patrulleras de la Guardia Civil, dos naves de la Cruz Roja y un helicóptero de Salvamento Marítimo, además de toda la flota de pesqueros de arrastre de la cofradía de Barcelona. Otras dos naves, el remolcador de altura Clara Campoamor (BS-32), con base en Cartagena, y un robot submarino, de A Coruña, completarán el dispositivo.
El Lluerna confirmó ayer que ha obtenido imágenes submarinas de un objeto que por la “situación, dimensión y forma” coincide con El Fairell. La embarcación de investigación pesquera de la Generalitat ha rastreado una cuadrícula de más de un km2, con la ayuda de técnicos del departamento de geociencias marinas de la Universitat de Barcelona. Las coordenadas permitirán que el barco sea reflotado antes de lo previsto. El robot ROV Comanche comenzará a actuar hoy, si el viento no supera los 25 nudos y se mantiene el buen tiempo de ayer. Será teledirigido desde el Clara Campoamor. El ingenio, con tres cámaras y un sónar, entre otros instrumentos, puede descender hasta un kilómetro de profundidad y enviar a la superficie los datos de sus sensores a través de un cable, su cordón umbilical.
EL ‘ROV COMANCHE’ Un robot teledirigido que puede descender hasta mil metros se suma hoy al dispositivo