La Vanguardia

Liderato accidental

La primera contrarrel­oj por equipos de la Volta se disputó en el año 1941

- DEPORTES

El Movistar gana la temida contrarrel­oj por equipos de la Volta, pero una penalizaci­ón de tres minutos a José Joaquín Rojas coloca primero de la general a Alejandro Valverde, que será objetivo hoy, en La Molina, de los ataques de Chris Froome y Alberto Contador.

El equipo del Barcelona establecer­á bolsa común. El club actuará con mano firme y solicitará al juez árbitro autorizaci­ón para poder retirar de la carrera aquel corredor que dé la primera señal de indiscipli­na en la lucha por clubs”. Así se anunciaba, ahora hace más de setenta años, el 5 de septiembre de 1941, exactament­e el inicio de la Volta a Catalunya. Y este “Barcelona” citado no era otro que el Futbol Club Barcelona, que en aquellos tiempos contaba con una sección de ciclismo. Y de las mejores. Su rival más encarnizad­o era el equipo ciclista... del Espanyol.

La Volta de 1941 era la edición número 21 de la carrera catalana. Y contó con una novedad: por primera vez el recorrido propuso una contrarrel­oj por equipos, la especialid­ad que ayer recuperó la Volta. Pero las cosas, también en el ciclismo, en aquel 1941 eran muy diferentes.

Cualquier aficionado al ciclismo histórico comprobará el nivel de los dos equipos con la relación de algunos de sus elementos destacados. Por el Barça competían en la Volta los Mariano Cañardo, Antonio Andrés Sancho, Antoni Escuriet, Joan Gimeno, Joaquim Olmos, Josep Campamà, Fernando Murcia, Salvador Arajol... Y entre los más relevantes del Espanyol podíamos encontrar cracks como Julián Berrendero, Fermín Trueba, Federico Ezquerra o Delio Rodríguez. Un tercer equipo destacado era el que presentaba el propio club organizado­r, la Unió Esportiva de Sants, patrocinad­o por Servicio Estación, el popular establecim­iento de la calle Aragó de Barcelona.

La novedad de la cronometra­da de 1941 fue tan inesperada que no se supo a ciencia cierta que se disputaba hasta el día antes. La octava etapa había acabado en Girona cuando el director de la carrera, Sebastià Masdeu (el histórico vencedor de la primera Volta, en 1911) anunció que la siguiente, de Girona a Figueres, se haría en dos partes. Primero, de Girona a Palamós, 48 kilómetros, lucha por equipos contrarrel­oj. Y después de Palamós a Figueres, de 79 kilómetros, en línea. Lo más curioso del caso es que se repartiero­n los 55 corredores que seguían en carrera en 5 equipos, de 11 hombres cada uno. Y un sorteo estableció el orden de salida: Militares, Independie­ntes, Espanyol, Sants y Barcelona.

Y ahora, la montaña. La tercera etapa de la Volta 2017 propone el primer final en alto. De Mataró a La Molina, 188,3 kilómetros, pasando por Ripoll, Ribes de Freser y el alto de Toses. La subida a La Molina, a 1.650 metros, se hará dos veces, primero a 24,6 km del final y después ya como llegada de la etapa. Es un final que se incorporó al trazado de la carrera en el año 2014, con victoria de Purito Rodríguez. En el 2015 el primero fue el norteameri­cano Tejay van Garderen y el año pasado se impuso el irlandés Dan Martin. Los dos últimos también disputan esta Volta 2017. El histórico cronista de Mundo

Deportivo Ramon Torres explicaba así el efecto de ver una contrarrel­oj por equipos: “Los corredores en fila india, relevándos­e en el mando, rueda sobre rueda, causaban el efecto de un tándem de ocho sillines, movido por ocho pares de piernas...”.

La victoria, aquel día, fue para el Barça, con Cañardo, el veterano Cañardo (ya tenía 35 años y 7 Voltas ganadas en el zurrón) como primer clasificad­o, acompañado de Sancho y Abadía. El Espanyol, con Ezquerra al frente, cedió 19 segundos. La Volta de 1941 la ganó finalmente el blaugrana Antonio Andrés Sancho.

La lucha entre el ciclismo del Barça y el del Espanyol enardeció a los aficionado­s, pero no duró mucho más. El polideport­ivo Barça aparcó las bicicletas en septiembre de 1943 y el derbi de la carretera desapareci­ó. Era la sección que aportaba más éxitos y más ingresos, pero también muchos gastos. Nacida en 1928 y paralizada en el 36, renació en 1941, con el impulso del marqués de la Mesa de Asta y de un directivo apasionado por el ciclismo y protector de Cañardo: Joan Molins Ribot, de la familia propietari­a de una reconocida empresa cementera. Pero la dimisión del presidente Piñeyro, el marqués, a raíz del ignominios­o 11 a 1 de Chamartín de junio de 1943 abrió el resquicio por donde un grupo de directivos del Barça aprobó el cierre de la sección ciclista, que sólo reapareció brevemente, en el año 2003.

XAVIER G. LUQUE

 ?? AGUSTI CENTELLES / ARCHIVO ?? Cañardo, vencedor de la contrarrel­oj de 1941, lee La Vanguardia
AGUSTI CENTELLES / ARCHIVO Cañardo, vencedor de la contrarrel­oj de 1941, lee La Vanguardia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain