El presupuesto mantiene la consulta y va camino del TC
La CUP exige ya fecha y pregunta para el referéndum
El debate final de los presupuestos del 2017 se celebró ayer en el Parlament precedido de las advertencias del PSC y el PP en Catalunya de dejar en manos de sus hermanos mayores, el PSOE y el Gobierno, la decisión de interponer un recurso de inconstitucionalidad a las cuentas. Una idea, la del recurso, que comparte Ciudadanos. La razón, la disposición adicional trigesimoprimera sobre el referéndum y que el Consell de Garanties Estatutàries (CGE) dictaminó como contraria a la Constitución.
De hecho, en la sesión de mañana estará el meollo de la cuestión. Durante la votación para aprobar los presupuestos, se votarán cuatro enmiendas vivas sobre esta disposición, más ocho subsiguientes al dictamen del CGE. Y si se cumple el guión, JxSí apoyará la enmienda presentada por la CUP, que suprime del texto que el futuro político de Catalunya se decida “en el marco de la legislación vigente en el momento de la convocatoria”. Con todo, los cuperos se refirieron al referéndum de manera especial: papeleta en mano, Eulàlia Reguant exigió a Carles Puigdemont que fije fecha y pregunta para la consulta.
“Opacos”, “esperpénticos”, “kafkianos” fueron algunos de los apelativos dedicados por la oposición a los presupuestos, mientras criticaron que los números no respondían, a su parecer, a las necesidades reales y sociales de la ciudadanía.
Los primero en hacerlo fueron los diputados de Cs Carlos Carrizosa y Antonio Espinosa. La formación naranja puso bajo sospecha las partidas interdepartamentales y el incremento en 130 millones con respecto al 2015 del fondo de contingencia, donde la oposición ve los recursos ocultos para el referéndum. Lo expusieron ironizando hasta el extremo: “Este incremento de más de 130 millones... ¿esperan ustedes que llueva mucho? ¿Esperan ustedes huracanes? ¿Tsunamis? ¿Por qué esa partida tan importante? A no ser que ustedes mismos provoquen terremotos políticos...”. Alícia Romero, del PSC, consideró “un ball de bastons” que se acabaran aprobando cerca de 1.200 enmiendas de la oposición –unas 800 del PSC–, aunque la mayoría de ellas recojan en su enunciado que se lleven a cabo “dentro de las disponibilidades presupuestarias”.
La socialista cargó contra el vicepresidente Junqueras por “falta de diálogo”. También lo hizo el portavoz de Sí que es Pot, Joan Coscubiela, que además calificó las cuentas de “nueva pieza del engranaje del procesismo” por ser una manera “de instrumentalizar constantemente el soberanismo”. En la misma línea, desde el PP, Alejandro Fernández, afirmó que “marcan la defunción” de un proceso “agotado”, razón por la cual auguró consecuencias “letales” para el independentismo.
Por su parte, Roger Torrent, de JxSí llamó a la “responsabilidad política” de Sí que es Pot para asegurar el referéndum pactado en las cuentas, y defendió que los presupuestos son “los más sociales de la historia”.