Balance de la inversión extranjera
EL descenso de la inversión extranjera en el 2016 en el conjunto del Estado, así como también en Catalunya, ha sido muy leve, del orden del 1,2% con respecto al 2015, que fue un año excepcionalmente bueno. Esta evolución menos favorable de la inversión extranjera es un dato que, en principio, no debería preocupar en exceso porque se ha producido en un año en que las inversiones extranjeras directas en el mundo han caído entre un diez y un quince por ciento.
La secretaría de Estado de Comercio, además, señala que si los 23.476 millones de euros brutos recibidos en el 2016 se comparan con la media del dinero recibido en los cinco años anteriores, resulta que el aumento es muy considerable: nada menos que un 32%, tanto en el conjunto del Estado como en Catalunya.
Vistas así las cosas, y si se tiene en cuenta que ese dato corresponde a un año en el que se vivió una gran incertidumbre política en el país, con dificultades para la formación de un gobierno estable, y la intensificación de las reivindicaciones soberanistas catalanas, puede afirmarse que la confianza de los inversores extranjeros se ha mantenido en niveles muy elevados. España, en este sentido, es el quinto receptor mundial de inversiones extranjeras directas, lo que coincide con el hecho de que sea, asimismo, el país de la Unión Europea que mayores tasas de crecimiento económico registra desde que en el año 2014 se inició la recuperación.
Sorprende, si se analiza la distribución geográfica de la inversión extranjera, el incremento que se registra en la comunidad autónoma de Madrid, que ha sido del 6,3% frente al descenso del 1,3% registrado en Catalunya. Desde la Generalitat se ha restado importancia a este hecho porque el 2016hasidoelsegundomejorañoparaCatalunyaenlosregistros históricos de la inversión extranjera, pese a que el Ministerio de Economía no le ha imputado la parte que le corresponde de unos 4.400 millones que no ha asignado a ninguna comunidad en concreto. En cualquier caso, a partir de ahora, es de extrema importancia continuar con el seguimiento de la evolución de la inversión extranjera en Catalunya.
Otro dato destacable es el notable aumento de la inversión procedente de Estados Unidos, que supone la cuarta parte del total y que es la que más ha crecido, en concreto el 126%, debido en gran parte al poder de compra que les proporciona la fortaleza del dólar.
Para la reflexión, y como señal de alerta, queda el dato de la escasa relevancia de la industria como destino de la inversión extranjera en el 2016, que se ha centrado fundamentalmente en los sectores energético, financiero y, muy especialmente, en el inmobiliario y la construcción.