El fiscal retira los cargos contra el padre Román
La Fiscalía retiró ayer la acusación inicial contra el único procesado por el conocido como caso Romanones, el padre Román, para el que pidió nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual continuado con acceso carnal a un menor, al considerar que no han quedado acreditados los hechos. Lo hizo en la última sesión del juicio que se celebra desde el pasado 6 de marzo en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada por una causa que se inició cuando un joven que ahora tiene 27 años puso los hechos, ocurridos supuestamente cuando contaba entre 14 y 17, en conocimiento de la Fiscalía andaluza en octubre de 2014, y sobre los que llegó a pronunciarse el papa Francisco.
El Ministerio Público retiró la acusación por la que solicitó nueve años de prisión en las conclusiones finales, mientras la acusación particular que representa al denunciante mantuvo la petición de 26 años de cárcel aunque con modificaciones técnicas y la defensa del sacerdote su libre absolución. El fiscal encargado de la causa, Francisco Hernández, explicó que “no hay manera de acceder a la verdad sin hacer daño” y dijo que, pese a que “hemos creído hasta este momento” al denunciante, al que deseó la mejor de las suertes en su vida, debía retirar los cargos contra el sacerdote. Recordó que, a pesar de los años transcurridos desde los hechos denunciados y desde la denuncia, el Ministerio Público buscó los cauces para mantener la investigación porque existían testificales que “permitían” buscar elementos “periféricos” para sustentar la petición inicial de nueve años de cárcel.
“No solo juzgamos a una persona, también todo el sistema de garantías”, subrayó el fiscal, que ha recordado que no se puede conde- nar sin pruebas por una “verdad declarada” pese a la “gran frustración” que pueda provocar y recalcó que la petición ahora de una sentencia absolutoria por parte de la Fiscalía se produce de manera colegiada. “Sin la penetración anal no hay juicio, porque los hechos estaban prescritos en la fecha de la denuncia”, argumentó el Ministerio Público, que apuntó que el “juego de fechas” y el paso de los iniciales “toqueteos” a la penetración impiden considerar probados los hechos.
“Ante las contradicciones, la actitud del denunciante es de huir”, expuso el fiscal, que incidió en la exageración en la participación del acusado en los hechos y las incoherencias en las testificales. “No puedo decirles lo que ha pasado, la relación entre Román y el denunciante, si hubo abusos o penetraciones”, resumió antes de apuntar que no se puede definir si “hubo relaciones o una conspiración del Opus”.