La hora del “alcalde”
En su primer discurso como presidente del PP catalán, Albiol reivindica la política municipal y llama a sus dirigentes a “pisar más la calle”
Xavier García Albiol lleva la política municipal en la sangre. Aprendió el oficio en las calles de Badalona durante su etapa de concejal y, ya como alcalde de la tercera ciudad más poblada de Catalunya, fue ganando galones en el organigrama del Partido Popular catalán y, lo que ha sido más decisivo para su elección ahora como presidente, construyó un discurso y una manera de actuar genuina. Tan polémica como efectiva en las urnas, amén de querida por la militancia de los populares catalanes.
Albiol ha demostrado en estos dos días de cónclave popular que no está dispuesto a olvidar de dónde viene, una vez entronizado nuevo presidente del PPC en substitución de Alicia Sánchez-Camacho, sino todo lo contrario: está decidido a que los dirigentes de la formación pisen menos moqueta y “salgan más a la calle”. En definitiva, que se abandone esa tradicional tendencia del PPC a bunkerizarse en las instituciones en las que está presente y en la sede de la calle Urgell y busque un contacto más directo con la gente de a pie y los de militantes de base.
En su discurso de ayer, con numerosas referencias a su etapa en Badalona que le llevaron incluso a emocionarse y romper a llorar, Albiol dejó clara sus intenciones: “Quiero ser el alcalde de la Catalunya olvidada; estar con los olvidados de Puigdemont y Junqueras es defender la libertad y la igualdad”, anunció, en su intento de erigirse como el referente de los contrarios a la ruptura con España. La elección de la figura del alcalde y no la del presidente es también una clave en mensaje interno para ese cambio de mentalidad que espera de su nueva y amplia ejecutiva. “Hemos de cambiar el marco mental, no quiero moqueta, sino pisar muchos barrios”, dijo.
Pesando en ese cambio de actitud, Albiol ha colocado en la nueva dirección a dirigentes con mucha mili en la política municipal, como Alberto Fernández, Manu Reyes, Daniel Serrano, Josep Llobet o Àngels Esteller, y a sus estrechos colaboradores en la etapa de Badalona, Alberto Fernández Saltiveri, Ramon Riera y Elisa de Mata.
Precisamente en este año y medio en el que García Albiol ha desempeñado las funciones de coordinador general del PPC, una etapa interina con Alicia Sánchez-Camacho aún como presidenta que le ha desgastado interna y externamente, una de las quejas que más he tenido que escuchar de la militancia en sus viajes por el territorio es la sensación de abandono que muchos han sentido en los últimos años.
A todos ellos se dirigió en la intervención del sábado, en la que lamentó los errores pasados y se comprometió a tener como una de sus prioridades trabajar para que en las municipales de 2019 el partido se acerque a los 500 concejales y las once alcaldías, entre ellas las de Badalona y Castelldefels, que obtuvieron en 2011, con Camacho al frente.
Para ello y ante el previsible adelanto de las catalanas, el líder del PPC deberá reconstruir junto a Santi Rodríguez, el nuevo secretario general, la estructura territorial. El primer paso serán los congresos provinciales, que se prometen calientes y que pueden convertirse en la continuación a pequeña escala de la pugna de poder interna que ha marcado este cónclave.
Albiol ya dio muestras el sábado de su malestar, cuando llamó a la unidad y afirmó: “No me gustan los líos internos, estamos aquí para ganar elecciones, no para ganar congresos y congresitos, si nos distraemos en el ‘quítate para ponerme yo’, no nos centraremos en lo importante.
Con la nueva ejecutiva, consensuada con todos los sectores del partido, Albiol trata de evitar las pugnas internas. Así, al elección de Manu Reyes y Alberto Villagrasa como vicesecretarios evitará su anunciada guerra por el control de la dirección de Barcelona. También se prometen movidos los congresos de Girona y el de Lleida, donde la diputada Marisa Xandri puede disputarse la presidencia con María José Horcajada, del sector que dirige el veterano diputado Josep Ignasi Llorens.
El partido abordará en los próximos meses unos congresos provinciales que se prometen calientes