Retocar a Gainsbourg
Mick Harvey, ex bad seed de Nick Cave y productor de PJ Harvey, actúa hoy con un repertorio de versiones de temas del músico francés
Hace algo más de un año Mick Harvey pisaba uno de los escenarios grandes del festival Primavera Sound liderando la banda que acompañaba a PJ Harvey en aquel fascinante concierto. Esta noche, el músico australiano vuelve a subirse a un escenario barcelonés (La [2] de Apolo, 20 h) en unas coordenadas muy distintas pero siempre con el marchamo de la excelencia como carta de identidad.
El que fue durante un cuarto de siglo miembro fundador de los Bad Seeds, que han acompañado hasta el presente a Nick Cave, es un creador y músico con una agenda laboral repleta de compromisos y proyectos. Ahora, a la vez que prosigue la gira planetaria de PJ Harvey –de la que ha producido algunos de sus discos más descollantes– con su The Hope Six Demolition Project, el también multiinstrumentista está ofreciendo unos breves conciertos europeos en donde presenta en vivo su enorme admiración y casi devoción por la obra del cantautor (en otras muchas cosas) francés Serge Gainsbourg.
El interés que la música del glorioso autor de Je t’aime...
moi non plus despierta en Harvey (1958) se remonta a muchos años atrás: “A la época en que me fui a Berlín con mi propia banda –relata–. Allí tuve tiempo para descubrir cosas y conocer gente, y así fue como otros amigos me hicieron escuchar la música, los discos de Gainsbourg, y fue allí cuando pude acceder a sus extraordinarias letras traducidas al inglés”.
De esa atracción inicial por la, por otra parte, torrencial producción sonora y escrita del “fascinante” creador francés, según el australiano, nacieron un par de álbumes alumbrados hace veinte años, Intoxicated
man y Pink elephants, en donde el músico literalmente revivía composiciones de Gainsbourg traducidas al inglés y adaptadas a su personal vocabulario musical. Y allí se quedó aquello. “A lo largo de estas pasadas décadas El músico australiano estará acompañado por su banda habitual y cuatro violinistas del grupo Cordes del Món –detalla Harvey, he tenido infinidad de otros proyectos, y aquello era secundario. Ahora lo he retomado porque no es algo impuesto ni obligado calendario, por así decirlo, y creo que ha sido una buena decisión. Lo que hago ahora con las canciones de Gainsbourg es lo que hace un músico más experimentado”. A finales del pasado año publicó Delirium tremens y hace unas semanas Intoxicated
women. “Y aunque creo que son obras más elaboradas, sigue habiendo muchos aspectos de las canciones de Gainsbourg que son imposibles de transmitir, sobre todo su espíritu. Y eso también es algo bueno, porque permite al que escucha las versiones que ofrezco diferentes traducciones y encontrarles un sentido que no tiene nada que ver con el que puedes haberle dado tú”.
Para la tarea de verter esas recreaciones en vivo, Harvey está acompañado en estos conciertos por su grupo de fieles y brillantes cómplices –“aunque vayan cambiando, trabajamos desde hace diez años juntos”– agrupados bajo el nombre de Lucky Oceans, a los que hay que sumar a cuatro violinistas del reputado colectivo Cordes del Món, “siguiendo la recomendación de los organizadores del Primavera Sound, y la verdad es que son fantásticos”.
Y mientras lidia con Gainsbourg y Polly Jean Harvey –“es una inmensa música, muy ordenada, disciplinada y muy trabajadora, lo que está muy bien porque esos aspectos no los tengo por una vez que asumir yo”–, ha vuelto a retomar la relación con Nick Cave, de quien se distanció en su etapa final en el seno de los Bad Seeds. “Ahora volvemos a ser muy amigos aunque cada uno tenga su manera diferente de ver la música. Para Nick es muy importante la imagen que da al público, la puesta en escena, los focos; para mí es prioritario tocar bien la música. No me interesa saber si el público se lo está pasando bien, sino encontrar el sentimiento interno que hay dentro de la música que estoy tocando”.