Rajoy pide tranquilidad y asegura que trabaja para minimizar los efectos
El presidente español convoca una cumbre de los países del sur de Europa
España sostiene que la posición del Reino Unido no puede ser mejor fuera de la Unión Europea que dentro
Mariano Rajoy acogió la activación del Brexit por el Reino Unido con un mensaje de “tranquilidad, confianza y serenidad”, tanto a los españoles que viven en el Reino Unido –más de 100.000– como a los británicos en España –más de 300.000–, así como a las empresas de ambos países que operan en los otros, porque el Gobierno español, dijo, trabaja con el objetivo de minimizar los efectos de la salida, y que supongan “los mínimos problemas y dificultades” para los españoles.
Para defender los intereses de España, Mariano Rajoy ha convocado para el 10 de abril, en El Pardo (Madrid), una cumbre de los países del sur de Europa: Portugal, España, Francia, Italia, Grecia, Malta y Chipre, como las que ya se han celebrado tras el referéndum del Brexit en Atenas y en Lisboa, esta última en enero pasado.
Se trata de que estos países, que por su situación geográfica tienen intereses comunes, aúnen esfuerzos y planteen conjuntamente sus demandas durante la negociación del Brexit, en la que Rajoy sigue creyendo, como ha defendido desde el principio, que Europa debe tener una sola voz.
La activación del Brexit por la primera ministra británica coincidió con el viaje a Malta, con motivo de la celebración del congreso Popular Europeo, del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y aprovechó esta circunstancia para mantener un encuentro con el primer ministro maltés, el laborista Joseph Muscat, que ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea. Rajoy pidió a Muscat que en la reunión de El Pardo informe de la marcha de las negociaciones.
En una rueda de prensa conjunta, el presidente del Gobierno español y el primer ministro maltés coincidieron en que el proceso de negociación con el Reino Unido debe ser rápido, que Europa hable con una sola voz, que la defensa de las cuatro libertades –libertad de circulación de personas, de capitales, de mercancías y de servicios– sea inseparable, y que el pacto al que se llegue sea un “acuerdo equilibrado” y con una idea muy clara: que la respuesta de Europa a la salida del Reino Unido tiene que ser “más integración” europea por parte de los 27 países de la Unión.
Mariano Rajoy subrayó que la activación del Brexit “no es una buena noticia, para el Reino Unido especialmente, pero también para la Unión Europea”, y aunque respeta la decisión de los británicos, ya tendrá una consecuencia, que el 29 de marzo de 2019 dejarán de aplicarse los tratados en el Reino Unido. El Gobierno español, subrayó, ya dedica sus esfuerzos a la nueva situación y “está preparado para la negociación”. De hecho, ayer mismo se reunió en Madrid la comisión interministerial creada al efecto, que estuvo presidida por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Posteriormente, el ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso Dastis, compareció en el Congreso para explicar la posición del Gobierno español. Allí se mostró convencido de que “la Unión Europea, el proyecto de integración más ambicioso de la historia, resistirá también este desafío, y que como ha pasado con ocasión de otras crisis en los últimos 60 años, saldremos de esta más fuertes y más unidos”.
Lo que también tiene claro el Gobierno español es que “no es posible que el resultado de la negociación sea que el Reino Unido, en su relación con la Unión Europea, se quede en una situación mejor que como miembro de la Unión Europea”.