Hoteles... para divorciarse
La oferta es para huéspedes casados legalmente y que duerman en la misma habitación
Si os divorciáis, os devolvemos el dinero. Es la insólita promoción que la agrupación hotelera sueca Countryside Hotels ofrece estos días a sus clientes. Aunque pueda sonar a broma, las parejas que se separen durante el año siguiente a su estancia en el hotel tendrán derecho a que les reembolsen el importe equivalente a hasta dos noches de alojamiento.
La oferta sólo es válida para quienes estén legalmente casados y duerman en la misma habitación. Para disfrutarla, deberán reservar por teléfono o directamente a través de la web de la asociación y acordarse de introducir el código “garantía de relación”. Eso sí, no valen trampas, tiene que ir en serio. Si al cabo de menos de 12 meses se divorcian, tendrán que enviar una copia de los papeles del juzgado como comprobante para poder recibir la devolución.
Puede resultar una solución conveniente para aquellas parejas que estén pasando un mal momento y necesiten tiempo y un poco de tranquilidad para hablar las cosas. Así, si no consiguen salvar su matrimonio, al menos recuperarán el dinero del alojamiento. Valga matizar que la oferta sólo da derecho al retorno del precio de la habitación y que, por lo tanto, no incluye los extras.
El objetivo de la campaña, sin embargo, no es promocionar el divorcio, sino precisamente todo lo contrario, asegura Anna Madsen, directora de marketing y ventas de la cadena hotelera, en declaraciones a La Vanguardia.
“Se trata de animar a la gente a implicarse más en su relación. Llevamos mucho tiempo recibiendo a parejas en nuestros hoteles y comprobando lo beneficioso que es para los dos pasar tiempo juntos, dedicarse plenamente el uno al otro, lejos del estrés de la vida diaria. Queríamos compartir esta experiencia con más personas y por esto decidimos enfocarla desde un ángulo más radical”.
La directiva cree poco probable que la promoción pueda incitar a algunos a aprovechar la que debería haber sido una escapada romántica para planear, o cuanto menos, considerar la idea de la ruptura. “El divorcio es una de las decisiones más difíciles que una persona pueda llegar a tomar, por lo que esperamos que nadie la tome simplemente para recibir este tipo de recompensa”.
Insiste en que “invertir tiempo en cuidar la relación es importante, por lo que iniciativas como esta pueden ayudar a la gente a darse cuenta de ello y poner los medios necesarios antes de que sea demasiado tarde”.
Lo cierto es que, en términos de marketing, la promoción está cumpliendo ampliamente con las expectativas. Según Madsen, “la respuesta del público ha sido explosiva. Probablemente es un tema en el que la gente suele pensar a menudo, con lo que hemos iniciado un buen debate”.
La campaña no sólo ha dado de qué hablar en Suecia. Varios medios internacionales también se han interesado en la noticia. “Ha sido una locura, parece ser que ningún otro hotel del mundo había ofrecido nunca algo como esto”, se asombra Madsen.
Según un estudio realizado por el instituto de sondeos Sifo, casi uno de cada cinco ciudadanos suecos piensa que su pareja no se implica lo suficiente, mientras que uno de cada cuatro admite haber tomado en consideración la ruptura alguna vez en su relación amorosa actual. Entre las principales causas, sobresalen la falta de comunicación y las diferencias en las prioridades vitales de cada parte.
En España, las cifras también confirman una tendencia al alza de los divorcios. Según el último informe del Instituto de Política Familiar (IPF), se producen casi siete rupturas por cada diez matrimonios. Un ratio, por cierto, muy superior a la media europea, que no llega a cinco. La cifra de divorcios, de hecho, se ha duplicado en los últimos diez años y la población separada o divorciada representa ya el 6% de la población adulta española. Al mismo tiempo, cada vez se celebran menos matrimonios. Estos han pasado de 5,4 por cada mil habitantes en el 2000 a 3,4 en el 2014.