La obesidad en 1951
En 1951 el doctor Adrián Vander publicó el libro Adelgazar. La obesidad y su curación radical y definitiva. En mis manos tengo la edición de 1954, la cuarta, notablemente aumentada. Como subtítulo, Cómo conseguir una figura normal y esbelta. Cómo perder grasa y ganar en vigor y fortaleza. Adelgazar comiendo bien. Obesos que comen poco. Obesos que comen mucho. Diversos tipos de obesidad.
Resulta sorprendente que, a pesar de todos los consejos que Adrián Vander recoge en su libro hoy, 66 años después, en el 2017 el problema de la obesidad, según la Organización Mundial de la Salud, se haya convertido en la epidemia más grave del ser humano de la historia. Y llama “epidemia” a algo que no es contagioso.
El libro consta de tres partes. La primera habla de “Los modernos descubrimientos sobre la obesidad” y termina con un epígrafe: “No basta perder kilos todos juntos, debe usted curarse radicalmente”.
La segunda parte se titula “Síntomas y molestias de la obesidad”. Y destaca el carácter de ciertos obesos y los tipos especiales de obesos (el robusto o sanguíneo; los obesos débiles y anémicos, de gordura fofa; los obesos con exceso de agua, obesos encharcados; obesidad con escaso desarrollo sexual; obesidad por trastornos de las glándulas; obesidad y diabetes y obesidad y artritis).
La tercera parte está dedicada a la “Curación de la obesidad”, subrayando la curación radical. Dedica especial atención, como es natural, al tema de la alimentación. Destaca cómo se adelgaza sin pasar hambre y cómo es posible la curación por medio del ejercicio. Evidentemente, el complemento de una buena alimentación es la actividad física. Habla también de que no basta con adelgazar, sino que hay que fortalecerse. Explica cómo aumentar la musculatura y combatir la fatiga. Termina hablando de la curación definitiva y subraya cómo conservar el peso normal después de la curación.
En el prólogo de la cuarta edición explica: “Es importante saber que hay muchos más obesos de lo que a primera vista parece, ya que las tablas de pesos que generalmente se usan se prestan a error”.
Y termina diciendo: “Mi libro va dirigido a los obesos, para que comprendan que la obesidad, aunque no lo parezca, es una verdadera enfermedad”. A esa conclusión ha llegado también la OMS. Es sorprendente que, en lugar de haber tenido en cuenta muchas de las cosas que dice este libro, hayamos hecho, en gran medida, todo lo contrario.