Mata a su mujer y a sus hijos de 5 y 8 años en Ciudad Real
El hombre estrangula a las víctimas y se arroja por la ventana
Otro caso de violencia de género, al menos, eso es lo que apuntan los datos de la investigación. En esta ocasión, trágico y estremecedor: un hombre mató ayer a su mujer, de 42 años, y a sus dos hijos, una niña y un niño de 5 y 8 años, y posteriormente se suicidó arrojándose por la ventana. Ocurrió ayer por la mañana, sobre las nueve, en Campo de Criptana (Ciudad Real), un típico pueblo manchego, conocido por sus molinos de viento y por ser la cuna de la actriz Sara Montiel. Si se confirman estos datos, la cifra de mujeres asesinadas por su parejas o exparejas en lo que va de año ascendería a 18 y tres niños. Ocho menores han quedado huérfanos. Castilla-La Mancha es la comunidad con más casos, con ocho asesinatos.
No se sabe qué sucedió en esa vivienda. Según los investigadores no había denuncias previas de malos tratos, ni los vecinos tenían conocimiento de disputas entre la pareja. Pero sobre las nueve de la mañana todas las alarmas saltaron y se temía lo peor. A esa hora, un hombre de 44 años se arrojaba por la ventana de un segundo piso ubicado en la calle Convento.
La Guardia Civil y los servicios de emergencia se personaron en el domicilio (nadie contestaba, por lo que se requirió a un cerrajero) y se encontraron el cadáver de la mujer y de los dos niños, con signos de haber sido estrangulados. Además, había un fuerte olor a gas en el interior de la vivienda.
Según fuentes de la investigación consultadas, el hombre fue identificado como Manuel Bustamante, conserje del Ayuntamiento y nacido en Campo de Criptana, donde también viven sus padres, precisamente en la misma calle en la que ocurrió la tragedia. Estos no se encontraban en su domicilio en el momento de los hechos, ya que estaban de viaje. La mujer era de un pueblo cercano, Pedro Muñoz.
Algunos vecinos han confirmado que la familia era bastante conocida en el municipio, sobre todo la de él, que llevaba toda la vida en el pueblo. Sin embargo, se habían trasladado a la calle Convento hacía escasos meses, para estar cerca de los abuelos paternos.
El alcalde de esta localidad de 13.800 vecinos ubicada en plena llanura manchega, Antonio Lucas-Torres, ha reconocido que están consternados por “esta inexplicable tragedia”. También ha pedido a todas las mujeres que se sientan intimidadas y que sufran algún tipo de agresión que “denuncien para evitar que puedan producirse casos como este”. La denuncia, según los expertos, es el único instrumento para conseguir proteger a las víctimas de violencia de género y a sus hijos, señaló.
Según distintas investigaciones, la violencia machista es todavía más silenciada en los entornos rurales que en los urbanos. La investigación Violencia de género e
igualdad en el medio rural apunta que “hay una mayor presión sobre las mujeres para ocultar el maltrato que viven, al ser un medio más cerrado, puesto que las relaciones de vecindad son más intensas y sienten que hacerlo público afectaría al entorno.
Frente a esta realidad, la de los maltratadores que “se sienten menos cuestionados por su entorno, pues creen que gozan del respeto de sus vecinos y que no se inmiscuirán en lo que ocurre dentro de casa”.
La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) reconoce que hay más obstáculos para combatir esta lacra por la existencia de una cultura tradicional con un “acusado sexismo”, de una población envejecida y de las dificultades de movilidad para las mujeres.
En los entornos rurales es más difícil luchar contra la violencia de género porque se impone el silencio