Generadores de endorfinas
REALIZAR EJERCICIO FÍSICO
Practicar cualquier deporte, –correr, nadar, patinar, ir en bicicleta...–, bailar o realizar una actividad física incrementa la producción de endorfinas y, con ello, nuestra sensación de bienestar, alegría y tranquilidad.
REÍR Y SONREÍR
La risa y la sonrisa aumentan la producción de endorfinas y ayudan a recuperarse de enfermedades. Basta con esbozar una sonrisa para que el cuerpo comience a segregar endorfinas, especialmente encefalinas.
CARICIAS, BESOS Y ABRAZOS
Las caricias y los besos estimulan la descarga de endorfinas, además de feromonas, hormonas que aumentan el atractivo de la persona y cautivan a la pareja. Algunos informes demuestran cómo los abrazos prolongados –de más de 20 segundos– pueden reducir el dolor e incrementar la sensación de bienestar.
ENAMORAMIENTO
Enamorándonos también generamos más endorfinas; por ello, en los inicios de una relación se experimenta felicidad, placer y euforia. A su vez, tener relaciones sexuales placenteras eleva la sensación de felicidad, reduce el estrés y evita el insomnio.
REVIVIR RECUERDOS FELICES
Las endorfinas no sólo aumentan cuando vivimos una situación que nos produce felicidad, sino también cuando la recordamos. Imaginar cosas o situaciones felices a futuro también pone en acción las hormonas de la felicidad.
AIRE LIBRE Y NATURALEZA
Tener contacto con la naturaleza, ya sea la playa o la montaña, llena de energía y buen humor. Los entornos tranquilos permiten que se genera bienestar y eso trae consigo la segregación de las endorfinas.
MASAJES, MEDITACIÓN Y YOGA
Una mente relajada propicia la segregación de endorfinas. En el caso de los masajes, las terminaciones nerviosas trasmiten el roce de las manos sobre la piel hasta el cerebro activando la secreción de hormonas de la felicidad.
MÚSICA MELÓDICA
La música provoca una importante liberación de endorfinas, consiguiendo una disminución de la frecuencia cardíaca y respiratoria así como una importante relajación muscular.