Ejercicio con sentido común
lesiones Consejos para evitar al practicar deporte
Cuando se empieza a practicar deporte es mejor optar por los de baja intensidad como caminar
Cira Novella, de 31 años, empezó a correr hace un año. Primero salía una vez en semana, después tres, y acabó practicando deporte cinco días, hasta que sufrió una tendinitis hace dos meses. Reconoce que no había hecho ejercicio desde hace más de siete años pero después de que varios de sus compañeros de trabajo le animaran a salir a correr se sumó a la moda del running.
“No sabía cómo calentar, leía consejos en internet y poco a poco me iba esforzando más, pensaba que era normal que me costara, pero resultó que me estaba excediendo demasiado”, señala Novella.
El caso de esta joven no es aislado, cada vez son más los deportistas amateurs que se ponen las zapatillas y entran en una clase de gimnasio o salen a correr sin haber hecho un acondicionamiento físico previo, lo cual comporta estar más expuesto a sufrir una lesión.
Además de no calentar antes de la actividad, otras de las causas más comunes de sufrir una lesión son repetir el mismo movimiento una y otra vez, no hacer el ejercicio de la forma correcta, exigir mucho al cuerpo o con demasiada rapidez, no descansar lo suficiente, o no utilizar el equipo adecuado. Además, “si una persona es sedentaria y tiene exceso de peso es importante que antes de practicar deporte pierda unos kilos, así evitará lesiones como sobrecargas en los tobillos o las rodillas”, explica Xavi Serrano, responsable del área de fisioterapia de Atlàntida Assegurances Mèdiques.
Escoger bien
Elegir de forma inteligente la actividad que se va a realizar es fundamental: “Cuando se comienza a practicar deporte es recomendable optar por actividades de baja intensidad como caminar rápido o trotar –no correr–, nadar o clases de aquagym”, añade Serrano, quien destaca que hay que empezar a hacer ejercicio de forma progresiva: “Tres veces a la semana, en sesiones de una hora, sería lo recomendable”.
Aviso para ‘runners’
El número de personas, muchas de los cuales son deportistas amateurs, que ha empezado a practicar running se ha multiplicado por cinco en los últimos años. Una cifra que también ha incrementado el número de lesiones, desde dolores de espalda, hasta torceduras, inflamaciones o esguinces. “Una de las que más vemos es la tendinitis aquilea, es decir, cuando el tendón de Aquiles resulta inflamado, hinchado y duele cerca de la parte inferior del pie”, puntualiza Serrano. Una buena manera de prevenir daños futuros es controlar el peso y elegir unas zapatillas adecuadas, para ello se puede realizar un estudio del pie para averiguar cómo es la pisada.