El IVA cultural baja por fin al 10% para todos los espectáculos menos el cine
El Gobierno, que aprobará hoy la medida, argumenta que la rebaja se generalizará cuando se consiga embridar el déficit público
La esperada y reclamada rebaja del IVA cultural llegará hoy con la aprobación por el Consejo de Ministros de una reducción del 21% al 10% que se aplicará a la música en directo, el teatro, la danza y los toros. En cambio, queda excluido el cine, que deberá esperar hasta que baje más el déficit público. Albert Rivera hizo el anuncio tras un acuerdo con el Gobierno.
El Gobierno bajará hoy del 21% al 10% el tipo impositivo del IVA para los espectáculos en vivo, pero dejará el cine fuera de la medida: tal y como los responsables del Ministerio de Cultura habían anunciado y pese a los reiterados argumentos del sector sobre el efecto benéfico que la reducción tendría en todos los sentidos, el área económica del Gobierno supedita la generalización de la rebaja fiscal a una mayor moderación del déficit. Aunque la bajada del impuesto para la música en directo, el teatro, la danza y los toros se anunciará hoy en la presentación del anteproyecto de los presupuestos generales del Estado, la noticia la dio ayer el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a fin de sacar pecho de lo que fue una condición suya para apoyar la investidura de Rajoy.
La Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales, a través de su presidente, Ramon Colom, respondió al anuncio con sorna: “Nos parece fantástica la bajada del IVA de los espectáculos en directo y damos nuestra enhorabuena. Algún día alguien nos contará el porqué este misterio de excluir al cine, y esperamos que sea pronto”. Más duro fue el cineasta Benito Zambrano, para quien la marginación del cine en esta actuación política es “ridícula y lamentable”. El director y guionista de Solas se preguntó: “¿Qué hacemos los que nos dedicamos al cine? Cada vez que hacemos un filme nos cuesta años de nuestra vida lograr que llegue a los cines y la gente la pueda ver”.
Las reacciones fueron obviamente más favorables en el mundo de la música. Para Tito Ramoneda, presidente de la promotora The Project, “ya era hora de que por fin se materialice la bajada. Otra cosa es cuándo y cómo se va hacer”. En cualquier caso, “significa un beneficio para el consumidor directo de música y, después, para el tejido empresarial de la música en directo”. Como otros promotores, Ramoneda recuerda que “cuando se produjo el aumento del IVA cultural nosotros no lo aplicamos sobre el precio de las entradas, algo que el sector, en general, tampoco hizo. Asumimos el incremento en contra de nuestro presupuesto”. Por su parte, Roberto Tierz, máximo responsable de la sala Sidecar de Barcelona, considera que “es una noticia buenísima”. “Y espero –añade– que los trámites parlamentarios no tarden en aplicarla. Sería interesante que el público entienda que durante todos estos años el empresario ha aguantado este sobreprecio, ya que el aumento del IVA no implicó mayoritariamente un aumento proporcional en el precio de las entradas. Es decir, que la reducción del IVA no supondrá una bajada en el precio de las entradas”.
Albert Salmerón, presidente de la Asociación de Promotores Musicales, asegura: “Celebramos la bajada del IVA, pero llega tarde. Sobre cómo se va a materializar, creo que va a haber miles de casos diferentes, como hay diversidad de promotoras y conciertos”. También remarca que “el aumento del IVA cultural en su momento fue asumido por la gran mayoría de promotores. Más allá de los grandes conciertos de estadio, que afectan a tres empresas, los precios llevan congelados prácticamente desde hace muchos años. Esta medida puede suponer un respiro a las empresas que han estado aguantando hasta el límite, aunque también veremos algunos casos en que algunas entradas bajen. La sangría ha sido potente porque la subida del IVA en el 2012 llegó en un momento muy duro por la crisis”.
En el sector teatral están también contentos con la bajada y también creen que llega tarde. “Muy eufóricos no podemos estar”, resume Bet Orfila, presidenta de Adetca, la Associació d’Empreses de Teatre de Catalunya, aunque dice que es una buena noticia porque incrementará los recursos para trabajar. Eso sí, como en el sector musical, Orfila recuerda que la mayoría de los teatros privados no subieron las entradas, sino que asumieron el mayor IVA con sus ingresos: era imposible repercutirlo al público en el 2012 en medio de la grave crisis económica “cuando más bien lo que se llevaba era hacer todo tipo de descuentos”. Así que ahora no se plantean bajadas de precios, sino trabajar con algo más de margen tras años muy duros y poder hacer producciones mayores y también más arriesgadas.
En ese sentido Anna Rosa Cisquella, de Dagoll Dagom, que sí se ha atrevido estos años con grandes musicales como Mar i Cel y Scaramouche, recuerda que han pagado desde el 2012 “una morterada de IVA”. Una subida absurda, dice, porque el sector teatral en este país no es una industria, necesita subvenciones porque el precio que la gente puede pagar por entrada es bajo, y luego esas subvenciones las tienen que devolver “con creces con el IVA”. Un IVA que ha significado estos años, destaca, bajar mucho la capacidad de producción del sector y que hoy un formato medio sean “tres actores y un tresillo”.
Entre los teatros públicos, el Lliure sí estudia bajar el precio de sus entradas porque tuvieron que acabar subiendo los precios. “Ahora miraremos de ponernos en justicia, aunque entendiendo que en este tiempo han crecido los costes de producción”, dice Lluís Pasqual, que ve positivo el menor IVA, pero cree que debería ser aún menor para llegar al nivel europeo. Y que recuerda “todo lo que se ha cargado la subida por el camino y no se puede recuperar: giras, compañías y puestos de trabajo”. Desde el Liceu, que realiza pagos por IVA enormes, su director general, Roger Guasch, explica que quieren que la bajada sirva para favorecer al público, pero analizarán si bajar precios repercutiría en más audiencia o quizá habría que hacer una mejor política de precios para los jóvenes y otros colectivos.
PITOS Y TÍMIDA OVACIÓN Mientras el cine clama contra su exclusión, la música y el teatro dicen que la bajada llega tarde
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