Palma prohibirá este verano alquilar pisos particulares a turistas
El Ayuntamiento anuncia que este verano redoblará las inspecciones e impondrá sanciones de hasta 40.000 euros
El Ayuntamiento de Palma ha abandonado la ambigüedad con la que durante los últimos años ha afrontado el problema del alquiler vacacional. La proliferación de pisos particulares dedicados a alojar turistas ha obligado a adoptar medidas contundentes. El concejal de Modelo de Ciudad y Urbanismo ha anunciado que el Consistorio no permitirá bajo ningún concepto la comercialización irregular de este tipo de viviendas. El anuncio de Toni Noguera tiene más calado del que parece puesto que, a partir de junio, asumirá la alcaldía de la capital balear. Según Noguera, desde este verano se llevarán a cabo más inspecciones, al tiempo que se impondrán más multas a los alquileres turísticos en edificios plurifamiliares. Las sanciones para los propietarios pueden llegar hasta los 40.000 euros.
Noguera basará su decisión de plantar cara a los alquileres turísticos en la nueva ley general Turística, que, con toda probabilidad, aprobará hoy el Govern. La nueva norma deja en manos de los ayuntamientos la tarea de definir en qué barrios de cada municipio podrá legalizarse esta actividad. Un negocio que ha despertado todo tipo de críticas, sobre todo entre los residentes de los barrios más céntricos, donde se concentra el mayor número de pisos turísticos. En cumplimiento de la ley, el Ayuntamiento apuesta por una aplicación “restrictiva, global y contundente”.
Para garantizar la aplicación de las medidas planteadas, y en espera de la entrada en vigor de la nueva ley, el gobierno local sustentará su decisión en la antigua norma autonómica, que, aunque ha servido de bien poco, ya prohíbe expresamente la comercialización irregular. Con todo, Noguera, y pese a declarar la ciudad libre de alquiler vacacional, se muestra partidario a abrir la puerta a algunas excepciones. Se estudia la posibilidad de autorizar la vivienda habitual durante un máximo de dos meses, tal y como ya ocurre en algunas ciudades europeas. En paralelo, el Ayuntamiento estudia establecer una moratoria urbanística para frenar la proliferación de hoteles en el centro urbano. La intención es paralizar las concesiones de licencias a hoteles en espera de elaborar un estudio de acceso a la vivienda. En apenas dos años los establecimientos turísticos se han disparado en un 80% en el centro histórico.
La contundente respuesta de las autoridades llega tras un intenso debate sobre el modelo turístico que el pasado verano llegó directamente a la calle para dejar de ser sólo una cuestión de expertos. Una muestra son las pintadas que llenaron algunos muros del centro: “Stop guiris”, “El turisme destrueix la ciutat” y “Tourist go home; Refugees welcome” (Turistas volved a casa, bienvenidos refugiados) son algunas de las frases que evidenciaban el malestar de algunos ciudadanos. Todo, tras las denuncias de muchos vecinos que se han visto obligados a abandonar sus barrios, invadidos por el boom turístico. Esta semana el colectivo ecologista Terraferida ha cifrado en más de 14.000 los pisos turísticos que una única plataforma on line oferta en Mallorca. De todos ellos apenas 300 disponen de licencia para su comercialización. Un negocio tan rentable para los propietarios que ha pervertido el mercado disparando el alquiler en un 40 por ciento. Es más rentable alquilar por días a turistas que a un inquilino fijo.
El arrendamiento de viviendas habituales se encarece un 40% y desata la indignación Los alojamientos para visitantes subieron un 80% en el centro histórico en dos años