Santander estrena museo
Al fin ve la luz la obra de Piano impulsada por el fallecido presidente del Santander
La herencia cultural de Emilio Botín en la capital cántabra verá finalmente la luz después de cinco años de trabajo y una inversión de 100 millones bajo la batuta del arquitecto Renzo Piano, que ha levantado un edificio voladizo sobre el mar que albergará en su estreno piezas de Francisco de Goya y de Carsten Höller.
Ha costado más tiempo y más dinero de lo previsto: cinco años en lugar de los tres del plan inicial y casi cien millones de euros en vez de los 80 presupuestados. Pero el Centro Botín, la ambiciosa infraestructura cultural impulsada por el fallecido presidente del Santander, Emilio Botín, y diseñada por el arquitecto genovés Renzo Piano (premio Pritzker 1998) es ya una realidad que el público empezará a disfrutar en la capital cántabra el 23 de junio. Una exposición de dibujos de Goya y una instalación de Carsten Höller (Bruselas, 1961) serán los dispares platos fuertes de la inauguración.
Esa disparidad de ofertas es “un claro mensaje” del sentido que la Fundación Botín quiere dar al centro de arte construido en el mejor emplazamiento posible, en la orilla urbana de la bahía de Santander. Se trata de aumentar la proyección de una entidad que a una escala mucho menor ya venía ofreciendo propuestas expositivas de todas las épocas y que ahora persigue otras dos metas, según explicaba ayer a
La Vanguardia el director general de la fundación, Íñigo Sáenz de Miera: una, “formar parte del circuito internacional de centros de arte de primer nivel”, lo que implica “aprovechar sinergias” con el Guggenheim de Bilbao, y dos, convertirse en un polo de formación y estímulo creativo a través de las artes, en concreto mediante un programa ya hilvanado con la Universidad de
Yale y enfocado a la “inteligencia emocional”. La base: talleres, exposiciones, conciertos...
En la semana inaugural del 19 al 25 de junio, el centro acogerá la muestra Ligereza y atrevimiento.
Dibujos de Francisco de Goya, “la exposición más relevante dedicada hasta la fecha en España a los desconocidos dibujos de Goya”, indicó el director de arte de la fundación, Benjamin Weil. La entidad y el Museo del Prado llevaban dos años catalogando la obra gráfica del aragonés; trabajo a partir del cual estas instituciones publicarán el primer
volumen de un Catálogo razonado
de dibujos de Goya. La muestra se prolongará hasta septiembre.
En el mismo periodo podrán verse las instalaciones que Höller efectuará dentro y fuera del edificio en “la primera y más ambiciosa monográfica” del artista en España. La selección incluye la pieza Elevator
Bed, en la que los visitantes podrán pasar la noche en el centro “como en la habitación de hotel de lujo, durmiendo en una cama que puede llegar a elevarse hasta 3,5 metros”.
Con una superficie construida de 10.285 metros cuadrados, el Botín se enclava junto a los jardines de Pereda de Santander, en voladizo sobre el mar, con un revestimiento de 270.000 piezas circulares que reflejan la luz y los colores cambiantes del mar y del cielo. El inmueble está articulado en dos volúmenes: el oeste dedicado al arte y el este, a las actividades culturales y formativas.
La fundación quiere que el centro sea “un lugar de encuentro de los santanderinos y los visitantes”, un punto magnético que el residente y el turista conviertan “en destino, más que lugar de paso”. La prueba de fuego no vendrá en junio, sino a partir de noviembre, cuando, en puertas del provinciano invierno santanderino, se vea si el Botín entra en la vida de los ciudadanos de esta ciudad, la cambia y la mejora.
El edificio se ubica en pleno Santander, casi sobre el mar y revestido de piezas cerámicas que reflejan la luz