La UE cierra filas para protegerse de las tácticas divisorias de Londres
Tusk envía a las capitales europeas las directrices para la negociación del Brexit
Un día después de la activación del Brexit, los líderes europeos se conjuraron para mantener la unidad y no dejar que triunfen las tácticas divisorias de Londres, que puede intentar explotar los diferentes intereses de cada país para debilitar la posición negociadora de la Unión y lograr un trato más acorde con sus intereses.
Las negociaciones internas sobre cómo afrontar la salida del Reino Unido comienzan ahora. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, remitirá hoy por la mañana a las capitales de los Veintisiete el borrador de directrices negociadoras que confiarán a la Comisión Europea para sentarse a hablar con Londres. El documento, de media docena de páginas, ha sufrido unas ligeras modificaciones después de recibir la carta de la primera ministra británica, Theresa May, invocando el artículo 50 del tratado para iniciar las negociaciones de salida. La misiva contiene una clara amenaza de dejar de cooperar con la UE en seguridad si Londres no obtiene un buen acuerdo comercial.
Con todo, en Bruselas se considera que el tono es “bastante amistoso” si se compara con el discurso que May dio en enero en Lancaster House, afirman fuentes diplomáticas europeas. Algunas de las pretensiones de May se consideran “ilusorias”, como los acuerdos sectoriales o la idea de crear un organismo común para “gestionar juntos la evolución de nuestros marcos regulatorios”. Nunca la UE ha hecho ese ejercicio con un país tercero. Pero es lo que Londres desea: un marco para hablar de tú a tú con la UE fuera de ella.
El Partido Popular Europeo (PPE) se reunió ayer en La Valeta (Malta) para celebrar su congreso anual, una cita que permitió a líderes europeos como Tusk, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, o el presidente de la Comisión Europea, JeanClaude Juncker, intercambiar impresiones sobre la carta de la primera ministra británica, Theresa May, y el arranque de la negociación con Londres. “Estamos unidos para responder a cualquier carta que llegue de Londres”, afirmó Antonio López-Istúriz, secretario general del PPE.
May telefoneó ayer a varios líderes europeos, entre ellos Rajoy, para hablar del proceso que ahora comienza. La posición europea –que se está manteniendo “sorprendentemente bien”, admiten fuentes diplomáticas”–
“El ejercicio de intentar dividirnos ya ha empezado”, se quejan fuentes diplomáticas españolas
es que la negociación se hará exclusivamente a través de la Comisión Europea y no de contactos bilaterales para evitar que Londres explote a su favor las diferencias internas en la UE. “El ejercicio de intentar dividirnos ya ha empezado”, se quejan fuentes diplomáticas españolas. “Todo lo que hagamos se hará a través de la Comisión no en bilateral”, recalcan, después de ver cómo la prensa británica cita a menudo a España como “el país más cercano” al Reino Unido en esta negociación, algo que no ha pasado desapercibido en el Berlaymont, sede de la Comisión, donde tiene su despacho Michel Barnier, el negociador europeo para el Brexit.
La pretensión del Gobierno del Reino Unido de comenzar a negociar ya no sólo los términos de salida del club, sino, al mismo tiempo, las condiciones de la futura relación bilateral choca con la posición de partida de la UE. El presidente francés, François Hollande, reiteró ayer desde París que primero habrá que hablar de los derechos de los ciudadanos afectados por el fin de la libre circulación y las obligaciones financieras de Londres. Cuando haya “progresos” en esas áreas se podrán lanzar las discusiones sobre las “relaciones futuras”. Otra cosa es que, si hay buena voluntad, se acepte empezar a hablar de “los contornos” del futuro acuerdo, como apuntó recientemente Barnier.