El Ayuntamiento prescindirá de las eléctricas privadas el próximo año
La comercializadora municipal –Barcelona Energia– apoyará el autoconsumo y dará servicio inicial a unos 20.000 abonados
El Ayuntamiento barcelonés aprobará hoy el último trámite para crear una comercializadora pública de energía eléctrica, cuyo nombre será Barcelona Energia. El Consistorio espera poder prescindir de las compañías eléctricas privadas a partir del verano del año próximo, cuando la compañía municipal esté en plena operatividad. Esta será la comercializadora de las dependencias y servicios municipales, y dará suministro en una primera instancia a unos 20.000 hogares barceloneses.
El gobierno local será la “compañía eléctrica 100% pública más grande del Estado y ofrecerá energía local 100% renovable”. Su embrión es la empresa pública Tersa, que gestiona la incineradora de residuos municipales del Besòs, así como las plantas fotovoltaicas municipales. El cambio de estatutos de Tersa (que entrega a la red la electricidad producida por la quema de residuos municipales) la convertirá en la comercializadora del Ayuntamiento, que ha creado un servicio específico para este fin. “El objetivo cuantitativo de la comercializadora es suministrar toda la energía eléctrica que consume el Ayuntamiento de Barcelona y poder llegar en una primera fase a abastecer a unos 20.000 hogares”, señala Eloi Badia, concejal de Presidencia y Energía.
La comercializadora municipal empezará a prestar sus servicios al Ayuntamiento en verano del 2018 y los ampliará a la ciudadanía (a finales del 2018 o principios del 2019). Badia admitió que a partir del verano del 2018 el Ayuntamiento ya no requerirá los contratos eléctricos con compañías privadas. El Consistorio sacó a concurso recientemente un concurso con tres lotes adjudicados a Endesa (2) y Nexus (1), con una función de transitoriedad.
La electricidad cuesta a las arcas locales 34 millones de euros anualmente y se espera que con esta fórmula se ahorre medio millón de euros al año. La planta de Tersa produce anualmente 171,6 GWh al año, y el Ayuntamiento consume 179 GWh al año.
Asimismo, la compañía nacerá con el compromiso de cumplir con la ley 24/2015 de pobreza energética y prestará servicios de asesoramiento a sus abonados en ámbitos de ahorro de energía (reducción de potencia...), entre otros. “Demostraremos que es posible cumplir la ley. No habrá tarifas planas engañosas ni se consolidarán gastos innecesarios”, declaró Badia.
Barcelona Energia buscará fomentar las energías renovables y sortear las trabas que impuso el Gobierno en el desarrollo del autoconsumo doméstico con fuentes renovables. Se apoyará el autoconsumo con fuentes renovables de los ciudadanos que dispongan de plantas fotovoltaicas propias para este modo de autoproducción de energía limpia y que Barcelona Energia pueda adquirirles la energía verde excedentaria para venderla a la red e, incluso, efectuar un balance neto con el autoconsumidor, de modo que la energía verde producida por él se descuente de la que le sea entregada en los momentos sin radiación solar. “Creemos que este sistema de apoyo dará confianza para desarrollar el autoconsumo y será beneficioso para el sector”, señala Badia. El cambio de estatutos de Tersa no ha tenido alegaciones contrarias, si bien no tendrá hoy el apoyo del PP.
La planta incineradora produce más electricidad que la que consume el propio Consistorio