Dos años y medio de cárcel por espiar el correo electrónico de su exmujer
El juzgado penal de 25 de Barcelona ha condenado a dos años y medio de cárcel a A.G por espiar el correo electrónico de su expareja, de la que se estaba divorciando. La sentencia que avanzó ayer la web de El País afirma que el acusado “secuestró” la cuenta de su expareja para obtener ventaja en el procedimiento y poder hacerle daño ya que la relación entre ambos era “mala y complicada”. Los hechos se remontan al 2009, cuando la afectada no pudo acceder a su cuenta de correo porque su contraseña había sido cambiada. Una vez solucionado, se percató de que había mensajes que figuraban como leídos pero que ella nunca había abierto. Entre ellos, había algunos de “contenido privado e incluso sexual” intercambiados entre la mujer y su actual pareja.
En la cuenta de correo también constaban mensajes con su abogada en los que establecían la estrategia de defensa respecto al proceso de separación. La sentencia señala que “en el juicio del divorcio se vio perfectamente que el acusado estaba al tanto de todo y conocía detalles que sólo sabían ella y su abogada”.
La investigación determinó que el ordenador desde el que se accedió a la cuenta de la afectada estaba situado en el domicilio donde vivía el acusado junto con su madre. Y precisamente la progenitora aseguró en el juicio que “su hijo utilizaba el ordenador en casa porque ella no sabe de estas cosas”.
El acusado aseguró que “no recuerda casi nada” y que “padece una enfermedad mental”, de la cual no aporta ninguna prueba documental ni se sabe de qué modo le afecta. Además, a la hora de justificar el uso de internet desde el ordenador de su casa cargó la responsabilidad hacia su sobrina menor de edad, que también vivía en el domicilio.
La pena de cárcel impuesta también conlleva una multa de 3.600 euros aunque exime al acusado de pagar una indemnización a la víctima de 30.000 al no considerar acreditada la existencia de daño.