El Espanyol de los López
La renovación del capitán mantiene el carácter y la esencia del equipo
Sant Adrià de Besòs
Yo siempre quiero que gane el Betis, menos cuando juega contra nosotros. Entonces, que pierda”. Javi López tiene bien claro lo que quiere. Vive y siente el Espanyol como el primero, hasta el punto de convertirse en uno de sus símbolos, con puerta incluida en Cornellà. Pero los orígenes pesan y su Betis permanece en un rincón del corazón. “El Betis me dio mucho y gracias a lo que hice allí pude venir hasta aquí. Pero cuando salgo al campo, el rival es el rival”, insiste en dejar claro. Hoy, ante el equipo que lo vio crecer, el de Osuna vivirá un partido especial. Nada que ver con cuando todo el pueblo, empezando por el párroco, se presentaban en el Benito Villamarín en sus primeros años en la élite para verlo jugar con la camiseta blanquiazul. Ahora su familia es toda la grada de Cornellà y el partido de hoy es el primero después de una renovación que le permitirá retirarse como españolista con 33 o 34 años, en función del tercer año opcional que tiene firmado.
“Ahora tengo la obligación de aportar mi grano de arena en esta recta final de temporada –decía durante la presentación de su nuevo contrato–. La verdad es que después de leer todos los elogios que decís
de mí no me lo creo. No creo que sea para tanto. Pero tengo que decir que nunca me he visto fuera de este equipo y que ni aunque viviera diez veces podría devolverle todo lo que me ha dado al club”.
El capitán representa como nadie a un Espanyol que ha sabido buscarse la vida en los años de plomo de la última década. Sus diez años en la entidad y sus más de 200 partidos en Primera le avalan. Como lo hacen su capacidad para despuntar desde el filial y para llegar a jugar en todas las líneas. Incluso lo hizo de portero durante 15 minutos en un derbi por la expulsión de Casilla. “Siempre había dicho que en este equipo jugaría en la posición que me pidiesen y puedo decir que lo he hecho”, dice con su peculiar gracejo.
Ahora, su cuenta pendiente es ganar algún título o llegar a alguna final con el Espanyol. “Al menos tengo dos años para hacerlo”, vuelve a bromear. No será por ganas ni por carácter. “Siempre he aceptado todas las críticas y cuando he caído siempre he trabajado para volverme a levantar”. Ese es Javi López y ese es el Espanyol que él representa.
Es el primero de los López que están consolidando al equipo en este nuevo proyecto que lidera Quique Sánchez Flores. Los otros son el también canterano David López, pilar de este Espanyol tanto como central como centrocampista, y Diego López, el meta que ha conseguido acabar con la sangría de goles en contra que sufría el equipo y por quien el club ya negocia con el Milan para hacerse con sus derechos. El guardameta se ha integrando perfectamente, dice sentirse un perico más y no dudará en rebajarse –y mucho– su actual ficha para que el Espanyol pueda pagar su traspaso. El futuro del equipo de los López parece garantizado.