España cumple el déficit al fin, en gran medida por el esfuerzo autonómico
La Administración central contuvo su desfase con las medidas adicionales de ajuste
Por primera vez desde que Mariano Rajoy llegó a la Moncloa, el Gobierno puede presentarse ante Bruselas sin la presión de no haber hecho los deberes. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, confirmó ayer que España cumplió en el 2016 con el objetivo de déficit acordado con la Comisión Europea (y revisado notablemente al alza el verano pasado) del 4,6%, al arrojar un desvío presupuestario equivalente al 4,33% del PIB, excluidas las ayudas financieras por 2.389 millones, y del 4,54% si se contabilizan estas.
Montoro sacó pecho por los resultados y defendió con insistencia que la “reducción del déficit público es un instrumento poderoso para crecer y crear empleo; no es que sea compatible, sino la causa del crecimiento económico y del empleo”. El desfase de las cuentas refleja, según los datos publicados ayer por Hacienda, cómo los ingresos tributarios apenas crecieron un 1,7%, al tiempo que los gastos aumentaron un 0,3% (en parte, por la devolución a los empleados públicos de la extra del 2012). El ministro de Hacienda reconoció que el modesto incremento de la recaudación vía impuestos estaba condicionado por la rebaja del IRPF, aplicada en el 2015-2016. Las últimas estimaciones de la Agencia Tributaria hablan de un impacto de hasta 11.300 millones desde el 2015.
El cálculo en términos de contabilidad nacional, que ahora remite el Gobierno a Eurostat, indica también que las autonomías se acercaron al objetivo del 0,7%, al alcanzar el 0,82%. El esfuerzo del último año fue de calado, ya que los gobiernos autonómicos redujeron a la mitad el desequilibrio entre ingresos y gastos (en el 2015, fue del 1,74%). También ayudó en esta significativa rebaja del desequilibrio la inyección de nuevos recursos desde el Estado con la liquidación del ejercicio del 2014. Catalunya está entre la media docena de comunidades que incumplieron la meta del 0,7%, aunque acabó el año con un 0,93% del PIB de déficit, frente al 2,88% del 2015. En sólo un año, Catalunya ha pasado de encabezar el ranking de autonomías incumplidoras a ser superada por Murcia, Extremadura, Comunidad Valenciana, Cantabria y Aragón. Los resultados demuestran que “esto de que no hay control sobre las cuentas de las comunidades no es cierto”, dijo Montoro.
La Administración central mantuvo en el 2016 un déficit del 2,52%, muy similar al del año anterior y a tres décimas de su objetivo, al tiempo que las administraciones locales volvieron a presentar superávit: 0,64% el año pasado (0,47% el 2015). Parte del desequilibrio presupuestario tiene que ver con el déficit que arroja la Seguridad Social, a pesar de encadenar tres años de crecimiento neto del empleo. Los fondos de la Seguridad Social, que además del sistema de la Seguridad Social incluyen el Servicios Público de Empleo (SEPE) y el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), cerraron el año pasado con un saldo negativo del 1,62% del PIB, medio punto más que el año anterior y a años luz del desfase del 0,1% del 2011. Los 540.000 afiliados más del último año fueron insuficientes para que los ingresos por cotizaciones sociales crecieran. Es más, cayeron un 5,2%.
Las cuentas reflejan además que el paquete de medidas de ajuste implantadas a lo largo del año por el equipo económico de Rajoy, con el Gobierno en funciones, fueron decisivas también para cumplir con el objetivo. Los cambios legislativos en el impuesto de sociedades para las grandes empresas lograron parar la sangría que sufrieron durante meses las arcas públicas por este tipo de tributo. A final del 2016, el Estado logró recaudar en caja 21.678 millones de euros, un 5% más que el año anterior. Por otro lado, Hacienda calcula que el cierre anticipado del ejercicio presupuestario y el acuerdo de no disponibilidad significó un ahorro adicional de 4.675 millones.
Ayer se hizo público también que, en los dos primeros meses del año, el desequilibrio de la Administración central llegó al 0,93%, frente al 1,19% de doce meses atrás.
“Estamos a las puertas de abandonar el procedimiento por déficit excesivo de Bruselas”, aseguró el ministro Montoro, quien dio por descontado que en el 2018 el déficit de las administraciones públicas estará por debajo de la barrera impuesta por Bruselas del 3%.
En plena recuperación económica, los ingresos tributarios apenas aumentan un 1,7% por la rebaja del IRPF