La fiscal general se aleja de Maduro y denuncia el autogolpe en Venezuela
La oposición pide la intervención del ejército contra el “golpe de Estado”
El chavismo cruzó la línea roja. La reacción mayoritaria de la comunidad internacional condenando la suspensión del Parlamento así lo demuestra, pero también las primeras señales de resquebrajamiento interno. La fiscal general del Estado, Luisa Ortega Díaz, cuestionada desde hace años por la oposición, se convirtió ayer en la figura de mayor rango del oficialismo en condenar la decisión del Tribunal Supremo de asumir las competencias de la Asamblea Nacional, denunciando la “ruptura del orden constitucional”. Mientras tanto, la oposición pide la intervención del ejército contra el “golpe de Estado”.
La sorpresa llegó al final de un discurso donde la fiscal hacía balance de su gestión durante el año pasado. Tras decir que consideraba “un deber histórico ineludible”
pronunciarse sobre las recientes decisiones de la Sala Constitucional del Supremo, Ortega denunció abiertamente la ruptura de la separación de poderes en el país.
“Se evidencian varias violaciones del orden constitucional y desconocimiento del modelo de Estado consagrado en nuestra
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, lo que constituye una ruptura del orden constitucional”, indicó Ortega, mientras esgrimía un pequeño ejemplar de la Carta Magna y antes de glosar la figura de Hugo Chávez como impulsor del texto. “Es mi obligación manifestar ante el país mi alta preocupación por
tal evento”, añadió la fiscal, lo que provocó un sostenido aplauso por parte de los perplejos asistentes.
Designada fiscal general en el 2007 por el Parlamento, Ortega fue renovada en el cargo en el 2014 por otros siete años cuando el congreso aún estaba controlado por el chavismo. La oposición lleva años acusándola reiteradamente
de ser un puntal del “régimen”, frenando investigaciones que perjudican al Gobierno.
Sin embargo, ahora los líderes antichavistas esgrimieron las palabras de Ortega como demostración de que se ha producido un golpe de Estado. El excandidato presidencial opositor Henrique Capriles calificó de “valiente” a la fiscal, tras reunirse en Washington con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, que el jueves calificó de “autogolpe” la decisión del Supremo. Almagro formalizó
ayer la convocatoria de una reunión urgente del Consejo Permanente del organismo para estudiar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela, lo que supondría su exclusión. Sin embargo, la reunión no se celebrará hasta que una mayoría de los países miembros esté de acuerdo.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Julio Borges, también aprovechó las palabras de Ortega para presentar una denuncia penal ante la fiscalía general contra los magistrados de la Sala Constitucional, advirtiendo de las “consecuencias morales, políticas y también legales” que podría tener su decisión. Borges, al igual que otros opositores, pidió la intervención del ejército ante el “golpe”. También el vicepresidente del congreso, Freddy Guevara, pidió a las fuerzas armadas respaldar a la fiscal general y llamó a la “desobediencia civil”.
Por otro lado, ayer hubo violentos enfrentamientos esporádicos en las calles de Caracas entre manifestantes antichavistas y la policía, que se podrían reproducir hoy, pues la oposición ha convocado una manifestación en la capital contra lo que sus líderes ya califican de Madurazo, equiparándolo al Fujimorazo, el autogolpe de Fujimori en Perú.
Y mientras tanto, el presidente Nicolás Maduro y su Gobierno siguen instalados en el discurso chavista habitual, apoyado apenas por Bolivia y Cuba. Ante la presión internacional, Maduro insiste con el contraataque de siempre: nuevamente, la confabulación de la derecha mundial encabezada por EE.UU. para desestabilizar Venezuela.
Los antichavistas convocan para hoy una gran manifestación en Caracas contra el ‘Madurazo’