Flynn, que dimitió por el Rusiagate, testificará si le aseguran inmunidad
Trump cree que la iniciativa de su exasesor se debe al temor a la “caza de brujas”
Michael Flynn, el general que Donald Trump nombró consejero de Seguridad Nacional y al que tuvo que destituir a las pocas semanas por sus vínculos ocultos con Rusia y Turquía, se ha ofrecido a testificar, pero sólo está dispuesto a hacerlo si le garantizan inmunidad en el caso que las investigaciones deriven en un proceso judicial. La primera interpretación de la iniciativa de Flynn es que quien algo teme algo debe y la segunda, que el escándalo del Rusiagate ha entrado en la fase del sálvese quien pueda.
“La verdad es que el general Flynn tiene una historia que contar y tiene muchas ganas de explicarla si las circunstancias lo permiten”, declaró Robert Kelner, el abogado de Flynn que ha estado negociando el acuerdo con los investigadores.
Flynn está dispuesto a testificar ante los agentes de contrainteligencia del FBI que llevan a cabo la investigación judicial y ante los comités de Inteligencia del Senado y de la Cámara de Representantes que investigan políticamente el caso.
The Wall Street Journal fue el primer periódico que informó de la iniciativa de Flynn, que el abogado Kelner confirmó sin entrar en detalles de las negociaciones con los investigadores, que todavía continúan en medio de una tormenta política que va descargando aparato eléctrico un día sí y otro también.
El testimonio de Flynn puede ser fundamental en la investigación teniendo en cuenta que ya se conocen sus contactos de alto nivel con funcionarios rusos, sus buenas relaciones y sus negocios con el propio Vladímir Putin y su papel destacado y el de su hijo en la propagación de noticias falsas sobre Hillary Clinton
y en la divulgación de las filtraciones de Wikileaks que comprometían a la candidata demócrata. El FBI y los dos comités del Congreso investigan si hubo coordinación entre el personal de Trump y los rusos.
Con el pacto de la inmunidad el Departamento de Justicia no podría utilizar el testimonio de Flynn para presentar cargos contra él. Todavía no está claro que los investigadores del FBI y los comités del Congreso acepten el intercambio de testimonio por inmunidad. Se suele aceptar un testimonio a cambio de inmunidad cuando ese testimonio permite atrapar al principal responsable del delito, lo que vuelve a poner bajo los focos al propio Donald Trump.
El presidente de EE.UU. reaccionó ayer dando a entender que apoyaba la iniciativa de Flynn y que no teme por lo que pueda decir, aprovechando para deslegitimar todas
Los republicanos intentan deslegitimar las investigaciones que llevan a cabo el FBI y el Congreso
las investigaciones sobre el Rusiagate. “Mike Flynn –tuiteó– debe pedir la inmunidad frente a esta caza de brujas (excusa de una gran derrota electoral) de proporciones históricas que llevan a cabo los medios y los demócratas”. Luego, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, contestó con un rotundo “¡Nope!” a la pregunta de si el presidente estaba preocupado ante la posibilidad que Flynn le involucre en el Rusiagate
La denuncia de una supuesta “caza de brujas” la ha utilizado el presidente estadounidense y significativamente también el propio líder ruso Vladímir Putin, que niega la intromisión en las elecciones y también acusa a los adversarios de Trump de llevar a cabo una campaña para impedir el acercamiento entre Estados Unidos y Rusia.
El abogado de Michael Flynn también se refirió a la caza de brujas para justificar la propuesta de inmunidad. “Ninguna persona razonable –dijo– se sometería al interrogatorio en un ambiente altamente politizado, de caza de brujas, sin garantías contra un eventual procesamiento injusto”.
James Comey, el director del FBI, que va siendo criticado ahora por los demócratas, ahora por los republicanos, jura que la agencia no está actuando de manera partidista y los comités del Congreso son organismos integrados por miembros de ambos partidos.