Fachin hace estallar Podem con su negativa a negociar con los comunes
Iglesias y su equipo intentaron una solución in extremis para evitar la fractura
Intensa actividad telefónica y digital Madrid-Barcelona la de ayer en Podemos. Hasta la medianoche, en que expiró el plazo para presentar listas al proyecto de Ada Colau y los comunes, Pablo Iglesias y su equipo intentaron –sin éxito, al cierre de esta edición– alguna solución que impidiera que Podem saltase por los aires, tras la decisión de Albano Dante Fachin, secretario general de Podem, de partir peras con los comunes.
Ayer, diversos sectores de la sección catalana de Podem trabajaron también para tratar de que Fachin diese un paso a un lado y cediera el timón a un compañero que recondujese la situación. Durante todo el día sonó el nombre de su estrecho colaborador, Joan Giner, a quien se atribuye haber logrado un pacto in extremis la noche del miércoles para evitar la ruptura con un pacto que satisfacía a todas las partes –incluida la ejecutiva estatal, que a esas horas ya pilotaba con preocupación lo que ocurría en Barcelona–. Pero, en el último momento, Albano Dante Fachin no aceptó el acuerdo y anunció la retirada de su lista para la nueva formación política que debía fusionar a los comunes de Ada Colau y Xavier Domènech con los podemistas de Fachin y los restos del ecosocialismo catalán, de donde proceden los cuadros con más experiencia.
El jueves, Pablo Iglesias, visiblemente disgustado con el descarrilamiento de un proceso que se envenenó inexplicablemente desde el principio por la colisión de los intereses de unos y los principios de otros, enviaba un mensaje público e inequívoco a Fachin para que regresara a la mesa
de negociación, pero para sorpresa de todos, el líder de Podem descartaba la idea aduciendo que no había ninguna mesa a la que sentarse y reiteraba sus acusaciones de deslealtad a los comunes.
El secretario general de Podemos se aplicó ayer de la mañana a la noche en intentar evitar un ridículo histórico: que cinco minutos antes de disolverse en una nueva formación, Podem estalle en mil pedazos. Porque la retirada de la lista de Fachin a las primarias no ha provocado que el sector crítico de Jessica Albiach renunciase a presentar su propia lista, ni tampoco que varios miembros de Podem concurran en la que encabeza Xavier Domènech. Fachin amenazaba con echarlos a todos si mantenían la concurrencia al nuevo partido, lo que resultaría en la paradoja de que fueran expulsados de una
formación política que, en teoría y según los planes asumidos por todas las partes, no debería existir como tal dentro de mes y medio.
Fachin aún pretende que Podem se presente en coalición con los comunes cuando se convoquen las elecciones catalanas, algo a lo que tanto los comunes como ICV-EUiA se niegan expresamente. En todo caso, esa presunta negativa es el menor de los problemas a que se enfrenta Podem, toda vez que el mercado electoral catalán los obliga a coaligarse. Pero la situación se ha vuelto tan endemoniada que ahora mismo ni siquiera se puede descartar la disolución, por pura dispersión, de Podem, toda vez que de una parte, los críticos ya han anunciado su decisión de integrarse en el proyecto de los comunes, y de otra, el nefasto resultado de las negociaciones ha ido mermando los apoyos internos de un secretario general que ya era cuestionado mucho antes de empezarlas.
Sectores de Podem intentan sin éxito apartar a Fachin para reabrir la negociación con los comunes