El Ayuntamiento someterá el tranvía a un debate técnico
Todos los grupos apoyan la creación de una comisión que estudiará los pros y los contras de todas las opciones
El proyecto de unión de las dos líneas del tranvía se someterá un debate político y técnico que se presume muy intenso. Todos los grupos políticos aprobaron en el pleno de ayer la constitución de una comisión no permanente, formada por concejales de todas las fuerzas, que analizará los pros y los contras de prolongar los raíles sobre el asfalto de la avenida Diagonal, que también ponderará la posibilidad de recurrir a autobuses eléctricos, que estudiará todas las consecuencias...
Esta iniciativa no despertó un gran entusiasmo entre los concejales de BComú. Una nueva discusión sobre el tranvía que podrá durar hasta medio año no entraba en sus planes. Ya están bien convencidos de que la mejor opción es prolongar el tranvía. Pero finalmente apoyaron la fundación de la comisión. Aunque los comunes la hubieran rechazado, igualmente habría salido adelante. Hasta los concejales antisistema de la CUP quieren participar en estos debates.
Y es que otro de los puntos que tendrá en cuenta esta comisión será la gestión del nuevo servicio de transporte, si acaso ha de ser pública, privada, mixta... Los partidos políticos podrán invitar a todos los expertos que consideren convenientes. El funcionamiento de esta comisión será muy parecido a la celebrada para debatir sobre la candidatura de Barcelona a los Juegos Olímpicos de invierno, pero a buen seguro que sus discusiones serán mucho más apasionadas e intensas.
La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, subrayó que la unión de las dos líneas del tranvía “constituye un proyecto de país”, fundamental para rebajar los niveles de contaminación de toda el área metropolitana. Y apostilló, como ya hizo en muchas otras ocasiones, quizás de un modo exagerado, que su propuesta cuenta con el respaldo de la Generalitat (el pasado lunes el conseller de Territori, Josep Rull, dijo que no hay que desdeñar las alternaivas al tranvía) y de la ciudadanía. “Ahora, gracias a este espacio tan enriquecedor, encontraremos el consenso político”, añadió Sanz. Y del mismo modo que los comunes están bien convencidos de la idoneidad de enlazar el Trambaix y el Trambesòs por la Diagonal, los antiguos convergentes no dudan de que lo mejor para la ciudad es no tender más raíles.
“Nosotros apostamos por el autobús eléctrico –aseguró el portavoz del grupo municipal Demòcrata, Joaquim Forn–, pero no lo hacemos de un modo ciego y sectario, sino estudiando los informes. En esta propuesta recogeremos enmiendas de varios grupos. Estamos proponiendo un punto y aparte para reflexionar y evaluar los costes de cada opción, en lugar de como se vinieron haciendo las cosas hasta ahora. En estos momentos no hay consenso, y tenemos que alcanzarlo para decidir que es lo mejor”.
Los otros grupos mostraron más ambigüedad. El republicano Jordi Coronas destacó que las conclusiones de demasiados estudios en tor-
no a esta cuestión están determinados por los intereses de quien los encargó. “Nosotros estamos estudiando los pros y los contras”. Santiago Alonso, de Ciutadans, entiende que es pronto para decantarse. “Tenemos que mejorar el transporte público para luchar contra la contaminación –dijo Alonso–. Esta comisión supondrá un debate muy enriquecedor”. Siquiera los socios del gobierno quisieron mojarse. “Estamos encantados de que se produzca un debate –aseguró Daniel
Mòdol–. El PSC apoyará un proyecto de consenso”. El popular Alberto Fernández recordó que en la consulta del 2010 los barceloneses ya votaron que no querían que se hiciera nada en la Diagonal “El gobierno de la alcaldesa Colau, en cambio, parece que tiene tomada de antemano una decisión irrevocable”. María José Lecha, de la CUP, dijo que había que asegurarse de que el dinero público no sirva para facilitar negocios privados, que lo importante es fijarse en la gestión.