La Vanguardia

A la heroica y por convicción

El Espanyol remonta un penalti injusto al Betis en los dos últimos minutos y sigue creyendo en Europa

- RAMÓN ÁLVAREZ Cornellà de Llobregat

Hacía mucho que el españolism­o no soñaba ni el Espanyol creía en sí mismo. Anoche tanto la afición como el equipo, de nuevo en perfecta comunión, demostraro­n que –ahora sí– vuelven a creer. En sus posibilida­des y en sus sueños. Sólo así se puede seguir en un partido, en el césped y en la grada, después de ver cómo un penalti inexistent­e puede frustrar toda la ilusión, y sólo así se pueden marcar dos goles en dos minutos para acabar ganando en el 90. Eso fue lo que hizo ayer un Espanyol en el que José Antonio Reyes puso la magia y el gol de la victoria.

Ni Quique Sánchez Flores ni Víctor Sánchez del Amo sorprendie­ron con sus onces y salieron con todo. El Espanyol, incluso con los dos internacio­nales que entraron en la convocator­ia, Diego Reyes y Caicedo, titulares pese a no haber tenido tiempo de preparar el partido con el resto de sus compañeros. Más que en las caras, las novedades en el Espanyol estuvieron en las posiciones. Al anunciado retorno de David López al eje de la defensa se sumó un doble pivote inédito en el centro del campo, donde Quique ubicó a Víctor Sánchez junto a Javi Fuego. Piatti regresó tras su sanción y jugó por la banda derecha, a pierna cambiada, mientras Jurado lo hizo por la izquierda.

Los locales salieron a por el partido desde el primer minuto de juego, con una intensidad que sorprendió a un público que aún no se había acabado de acomodar en otra tarde de colapso viario y ausencia de cualquier cosa que se pareciese a un dispositiv­o de movilidad. En el primer minuto el Espanyol ya pisaba el área de Adán y el Betis trataba de replicar a la contra.

Sin David López dirigiendo el juego de su equipo, el Espanyol demostró que también sabe tocarla. Víctor Sánchez se multiplicó –hasta el punto de que el técnico tuvo que pararle lo pies en más de una ocasión– y puso a circular el balón con una velocidad endiablada. Incluso fue él quien tuvo la primera ocasión al ensayar un disparo exterior en el minuto 11 que Adán envió a córner. El Espanyol se hizo dueño del partido y la tocó a placer, conteniend­o bien las contras del Betis. Porque, como de costumbre, perdió muchos balones, pero también recuperó otros muchos. Aunque le faltó ese último pase y el acierto de un Caicedo que venía con dudas de su selección y ayer no tuvo su día. Y le faltaron las conexiones con un Gerard que jugó demasiado alejado del área. Así fue cómo se fue al descanso sin haber conseguido transforma­r ese dominio y ese arrojo en ocasiones claras.

Tras la reanudació­n pagó el desgaste del primer período y el Betis empezó a tomar posiciones y a frecuentar el área de Diego López. Sánchez Flores decidió mover el banquillo realizando un doble cambio para sentar a Caicedo –que se retiró entre silbidos– y Jurado y sacar al terreno de juego a José Antonio Reyes y Melendo en busca de ese toque de diferencia que faltaba a su equipo. Y el sevillano, bestia negra del Betis y el hombre más odiado por los más de 3.000 béticos que se congregaro­n anoche en Cornellà, empezó a hacerse notar y sirvió a Diego Reyes un balón que bien pudo acabar abriendo el marcador ya en el 68 de no ser por los reflejos de Adán.

El técnico visitante también decidió recurrir a una de sus vacas sa- gradas para mantenerse en el partido y tiró de Joaquín para servir el que bien podría ser el último duelo entre dos leyendas de las cuitas sevillanas.

Ni el partido ni ninguno de los dos equipos parecía dar más de sí, y entonces llegó la acción que marcó el partido: el penalti que González González quiso ver en el área de Diego López en el minuto 75. Una presunta falta de Javi Fuego sobre Sanabria. Y Rubén Castro, que no había hecho nada en todo el partido, envió el balón a las redes en el primer penalti en contra con el que ha sido penalizado el Espanyol en lo que va de temporada.

La igualada parecía imposible y la remontada una quimera. Pero el Espanyol no dejó de creer y primero Javi Fuego igualó en el 88 al encontrars­e con un rechace de Adán a disparo de Gerard y ya en el 90 fue José Antonio Reyes quien puso la magia al inventarse una rosca imposible para el meta bético.

EL REVULSIVO Quique no dudó en tirar de José Antonio Reyes, que revolucion­ó el partido en la segunda parte

LA NOVEDAD En el retorno de David López a la defensa, Víctor Sánchez formó un pivote inédito con Javi Fuego

 ?? XAVIER CERVERA ?? Los jugadores del Espanyol celebran el tanto del triunfo, obra de José Antonio Reyes
XAVIER CERVERA Los jugadores del Espanyol celebran el tanto del triunfo, obra de José Antonio Reyes

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