Iberdrola le pide a Endesa que desista de reabrir Garoña
La junta de accionistas da luz verde al plan de crecimiento 2016-2020
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, aprovechó ayer la celebración de la junta de accionistas de la compañía, en Bilbao, para pedir a Endesa, su socio en la central nuclear de Garoña, que desista de reabrirla. “No es viable económicamente, hace cuatro años que no funciona y le hemos pedido a nuestro socio dejar de operarla”. Sánchez Galán fue más allá y puso en cuestión la viabilidad de estas instalaciones. “En el resto de centrales nucleares que tenemos en España la situación no es muy diferente”, aseguró. Prueba de ello, apuntó, es que la filial Iberdrola Generación Nuclear se encuentra en pérdidas. Y echó la culpa a los gobiernos y sus políticas fiscales: “Se han ido poniendo impuestos y obligaciones a los que va casi el 50% de los ingresos”. Además de en Garoña, la compañía participa en Almaraz I y II (53%), Trillo (49%), Vandellòs II (28%) y Ascó II (15%) y tiene el 100% de Cofrentes.
Casi dos tercios de la capacidad de generación de Iberdrola es renovable y la previsión de la compañía es que vayan ganando cuota de participación, destacó Sánchez Galán. “Las perspectivas de crecimiento del consumo eléctrico global, un 70% en los próximos 25 años, hará necesarias todas las tecnologías renovables”, expuso, pero advirtió que “su naturaleza intermitente requerirá contar con una mayor capacidad de respaldo y almacenamiento a las que recurrir cuando no produzcan lo suficiente”.
La junta dio luz verde a los nuevos planes de la compañía para el periodo 20162020, modificados al alza gracias a los resultados de los últimos ejercicios, significativamente mayores que los esperados. El crecimiento, que se había fijado en el 6% anual, se ha elevado al 7,5%. En consecuencia, las ganancias se situarán al final del periodo en el entorno de 3.500 millones, casi un 30% más que en el 2016, que se saldó con un beneficio de 2.705 millones, un 11,7% más que en el 2015.
Estados Unidos y el Reino Unido, dos mercados de evolución incierta por los efectos de la presidencia de Donald Trump, el primero, y del Brexit, el segundo, son claves para los planes de futuro de Iberdrola. Sus buenos resultados se deben en gran medida gracias al impulso del negocio norteamericano, a través de la filial Avangrid, que agrupó todas las participaciones en ese país desde finales del 2015, que el año pasado creció un 53%. La firma –heredera de Iberdrola USA y de UIL Holdings– cotiza en la Bolsa de Nueva York con un valor cercano a 14.000 millones de dólares y representa una cuarta parte del margen bruto de la multinacional española. Algunas de las inversiones más destacadas de la energética española están en las islas Británicas. Por ejemplo, los parques eólicos de East Anglia, en construcción.
“Somos una de las mayores compañías eléctricas del mundo, pero queremos ir más allá y hacer Iberdrola aún más grande y rentable”, subrayó Sánchez Galán, en su intervención ante los accionistas en el palacio Euskalduna de Bilbao, que simulaba para la ocasión un parque eólico marino. El máximo responsable de la energética destacó la “visión empresarial que anticipó las tendencias del sector” y la “estrategia que apostó antes que nadie por las energías renovables, las actividades con ingresos previsibles y estables y las soluciones más innovadoras para los clientes”, así como “la inversión en países con alta calificación crediticia y que requerían de nuevas infraestructuras energéticas”. La firma prevé aumentar sus inversiones hasta alcanzar los 25.000 millones de euros entre el 2016 y el 2020.
Estados Unidos y el Reino Unido, ambos en situación incierta, son claves para el futuro del grupo