La Vanguardia

Fernández Díaz niega que Rajoy tuviera conocimien­to de la operación Catalunya

El exministro, que se declara “víctima”, actúa en el Congreso como un frontón ante la acusación de crear una “policía política” contra el soberanism­o

- Enric Juliana Madrid

En una bronca comparecen­cia con los partidos independen­tistas, el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz dio ayer explicacio­nes en el Congreso sobre la operación Catalunya, las maniobras llevadas a cabo por mandos policiales para desacredit­ar a líderes soberanist­as. Negó que existiera tal plan y que Rajoy lo conociera. Y aseguró que no dijo que la Fiscalía podía “afinar” acusacione­s, según la grabación de una conversaci­ón suya con el exjefe de la Oficina Antifrau, Daniel de Alfonso.

Abrupto diálogo con los partidos de la oposición, sobre todo con ERC y el PDECat

Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior entre diciembre del 2011 y noviembre del 2016, negó ayer en sede parlamenta­ria que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pilotase las operacione­s informales llevadas a cabo por mandos de la Policía española para imputar graves delitos de corrupción a los principale­s dirigentes de los partidos soberanist­as catalanes. El exministro también negó que el Gobierno del Partido Popular hubiese ordenado la elaboració­n de un exhaustivo informe sobre las fuentes de financiaci­ón de Podemos con el objetivo de desprestig­iar ante la opinión pública a su secretario general, Pablo Iglesias.

Convalecie­nte de una grave enfermedad que le ha mantenido apartado durante meses de la actividad política, Fernández Díaz levantó un muro de protección alrededor de Rajoy y se empleó con notable brío ante los portavoces de la comisión de investigac­ión creada en el Congreso para indagar sobre las irregulari­dades detectadas en el Ministerio del Interior, a raíz del visible enfrentami­ento entre algunos de los oficiales de Policía que participar­on en las investigac­iones sobre el soberanism­o catalán y Podemos.

Con cuarenta años de experienci­a política a cuestas, Fernández Díaz tiró de oficio para jugar al frontón con los portavoces de los partidos. El exministro del Interior exculpó a Rajoy de querer afrontar la grave crisis política del Estado español con Catalunya con los métodos de Joseph Fouché (legendario fundador de la policía política en tiempos de Napoleón).

Negó la mayor, pese a los numerosos indicios sobre la existencia de un grupo informal de la Policía –“policías patriótico­s” se les llamaba en medios gubernamen­tales– dedicado a redactar informes oficiosos que regularmen­te han acabado en manos de algunos medios de comunicaci­ón de Madrid, bajo el irónico epígrafe de “periodismo de investigac­ión”. Una práctica que en la Rusia postsoviét­ica recibe el nombre de kompromat: anulación del adversario político mediante la difusión de material compromete­dor. Informes que no tuvieron desarrollo judicial, como el que, en plena campaña electoral de noviembre del 2012, acusaba a Artur Mas de poseer una millonaria cuenta secreta en el principado de Liechtenst­ein. Informes que resultaron ser rotundamen­te falsos, como el que acusaba al exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, de poseer una cuenta secreta en un banco suizo. Las gestiones de ese grupo informal de la Policía habrían sido decisivas para la confesión de Jordi Pujol en julio del 2014, reconocien­do la tenencia de un capital no declarado en Andorra, supuestame­nte

fruto de un legado paterno.

Correoso, Fernández Díaz negó todo. Negó que existiese una operación Catalunya. Negó haber despachado con el comisario José Villarejo, uno de los principale­s protagonis­tas de esta historia y espoleta detonante del conflicto entre los oficiales implicados en las investigac­iones. Negó haber escuchado las grabacione­s efectuadas en su despacho después de su filtración al diario digital Público en junio pasado. Y negó incluso haber pronunciad­o algunas de las expresione­s de la conversaci­ón grabada con el entonces jefe de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso. El exministro pidió un dictamen pericial para demostrar que no pronunció la frase “esto un fiscal te lo afina”. Fernández Díaz sostiene que no dijo “afina”, sino “en fin”.

No negó, sin embargo, que la grabación pudo ser efectuada por la propia Policía. Esta es la versión hoy más verosímil. Conversaci­ones grabadas por motivos de seguridad y una mano invisible que rompe la custodia de las cintas en un contexto de dura colisión personal entre comisarios, algunos de ellos enfrentado­s también –el citado José Villarejo– con el Centro Nacional de Inteligenc­ia (CNI). Un agujero importante en la malla de la seguridad del Estado, que ahora le toca recoser al nuevo ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, cuya primera decisión, en noviembre pasado, fue relevar a toda la cúpula del ministerio.

Con cuarenta años de experienci­a política a cuestas, Fernández Díaz salió también al ataque y acusó a los soberanist­as de manipular una de las frases pronunciad­as por De Alfonso (“les hemos destrozado la sanidad pública”), para efectuar labores de agitación en hospitales y ambulatori­os. El exjefe de la Oficina Antifrau, que declaró en la comisión antes que el ministro, dijo que se refería a la investigac­ión de casos de corrupción en la sanidad pública catalana.

El diálogo con los partidos de la oposición fue tenso. Fernández Díaz jugó al frontón y De Alfonso se situó entre la gallardía y la bravuconer­ía. El joven diputado Sergi Miquel Valentí (PDECat) se estrenó en una misión muy difícil. Gabriel Rufián (ERC) se recreó en su estilo desafiante y rompedor, muy pendiente de Twitter. Rufián tuvo un duro choque con De Alfonso y moderó el tono con Fernández Díaz. Los portavoces de Unidos Podemos se habían estudiado el dossier. El portavoz del PNV y presidente de la comisión, Mikel Legarda, ejerció de abogado de Deusto, con un interrogat­orio conciso y metódico. Ciudadanos evitó la zona de choque. El PSOE dibujó un perímetro de seguridad. Su portavoz, el diputado asturiano Antonio Trevín, subrayó que la comisión no es una causa general contra la Policía. El PP aplaudió a Fernández Díaz y abucheó a Rufián. Los comisarios enfrentado­s no serán llamados a declarar. La válvula de seguridad ha sido activada por PSOE, PP y Ciudadanos.

De Alfonso dejó caer dos gotas de cicuta. Recordó una conversaci­ón muy amable con Oriol Junqueras (“Daniel, no sabes cómo te apreciamos”). Y dijo haber mantenido una intensa correspond­encia con Albano-Dante Fachin, antiguo editor de una revista de denuncia sobre la corrupción en la sanidad catalana (Cafè amb llet) y actual dirigente de Podem, peleado con Ada Colau.

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DANI DUCH El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, ayer
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