Gibraltar, piedra angular
Eurodiputados catalanes respaldan las tesis de Londres sobre el Peñón, opuestas a que España pueda vetar el futuro de la colonia
Adónde hemos llegado para que la primera ministra británica tenga que aclarar que no habrá una guerra por Gibraltar?”. El Peñón estuvo presente en el pleno de ayer en Estrasburgo desde el primer momento con la exclamación del presidente del grupo popular, el alemán Manfred Weber, quien subrayó que “los españoles no van a estar solos” en esta cuestión.
También Nigel Farage, el líder euroescéptico británico, se despachó a gusto sobre el tema, subrayando que “Gibraltar va a romper el acuerdo” entre la UE y su país. Y consideró “una hipocresía” que los 27 proclamen que irán todos a una y rechacen los acuerdos bilaterales pero admitan que España “tiene derecho de veto si no está de acuerdo con la solución” pactada para el Peñón.
El Parlamento rechazó tres enmiendas a la resolución que pretendían incluir una referencia a Gibraltar en el texto. Una de ellas, impulsada por la laborista británica Clare Moody, recibió el apoyo, entre otros, de los eurodiputados catalanes Ramon Tremosa (PDeCat), Jordi Solé y Josep Maria Terricabras (ERC).
Pese a las críticas de algunos diputados españoles, Terricabras defendió la propuesta y explicó a este diario que su grupo (Los Verdes/Alianza Libre Europea) propuso desde un primer momento que el texto aprobado ayer incluyera una referencia a los territorios británicos que habían votado mayoritariamente a favor de permanecer en la Unión. Es decir, Irlanda del Norte, Escocia y Gibraltar. “En las negociaciones con los cuatro grandes grupos de la Cámara –explicó– la inclusión de Gibraltar no se aceptó, sospecho que por presiones españolas, y sólo quedó la mención al Ulster y Escocia”. Terricabras sostiene que ese movimiento por su parte “no tenía ninguna connotación”, y posteriormente decidieron apoyar la enmienda de Clare Moody que defendía lo mismo, también sin éxito.
Junto a esta enmienda, el pleno rechazó otra casi idéntica presentada por los conservadores británicos y una tercera del grupo de Farage, que reclamaba que “las negociaciones de salida no se utilicen para cuestionar la soberanía de Gibraltar e introducir ningún tipo de obstáculos en la frontera con España” .
Para el portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo, Ramon Jáuregui, “esta no es una guerra de soberanía, pero no se puede admitir que haya una colonia en Europa en pleno siglo XXI”. Jáuregui defendió en el pleno que “debe buscarse un acuerdo que sea fruto de una voluntad de convivencia con Gibraltar”.
Aunque no se refirió explícitamente a Gibraltar, el líder del PP en Estrasburgo, Esteban González Pons, fue duro con los políticos del Reino Unido, a quienes recordó que su país “también es divisible”. “Ojalá no les ciegue la soberbia”, concluyó.