Millet entregaba sobres cerrados al tesorero de CDC en el Palau
La secretaria del expresidente de la institución refiere las visitas en el juicio
La secretaria de Jordi Montull declara que vio a Daniel Osàcar dos veces yendo al despacho de su jefe
Elisabet Barberà, secretaria de Fèlix Millet en el Palau de la Música, declaró ayer en el juicio por el expolio de la institución que presenció cómo su jefe entregaba sobres cerrados y gruesos a Carles Torrent, que fue tesorero de Convergència Democràtica de Catalunya, en el despacho del edificio modernista. Por su parte, Anna Morante, antigua secretaria de Jordi Montull, explicó que vio a Daniel Osàcar, sustituto de Torrent, en dos ocasiones en el Palau, sin poder especificar el motivo de la visita.
Barberà fue secretaria de Millet durante 34 años, incluso antes de que este llegara al Palau, cuando tenía su propia empresa. En la institución era una de las tres secretarias de dirección; un equipo que lo anotaba todo en los libros que fueron incautados en el registro del 23 de julio del 2009. Uno de ellos era la contabilidad del dinero que se guardaba en una caja fuerte de la tercera planta del edificio.
La testigo era la mujer de los sobres. Millet le entregaba dinero en efectivo, que religiosamente anotaba y metía en la caja. Cantidades importantes: 50.000 euros; 90.000 euros... En su opinión era propiedad de su jefe. Luego, una vez al mes, hacía sobres para sufragar los gastos personales de Millet: el jardinero, el servicio doméstico, los gastos de su esposa..., y él se lo llevaba de nuevo. Este ir y venir de billetes causó el estupor de la presidenta del tribunal, Montserrat Comas, que no entendía por qué, si era suyo, lo traía y llevaba de su domicilio al Palau, que no era su casa. Barberà no se lo planteó, como tampoco el origen de los fondos. “Siempre operaba en efectivo”, detalló.
El fiscal Emilio Sánchez Ulled le preguntó si conocía a Carles Torrent, quien aparece en numerosas anotaciones, hechas por ella. Dijo que sí, que “era el tesorero de Convergència” (falleció en el 2005). Le vio varias veces en el Palau de la Música, y le llamaba al partido para concertar citas. Y cuando acudía, “se sacaba un sobre de la caja fuerte y Millet se lo daba”. No pudo asegurar qué había dentro, pero eran sobres que le había dado su jefe para guardar en el arca y “era gruesos”. En cambio, Daniel Osàcar (sucesor de Torrent en CDC) “no me suena, no lo he conocido, no lo he visto en el Palau”. Quien sí le vio fue Anna Morante, exsecretaria de Jordi Montull, que fue mano derecha de Millet. Le vio pasar dos veces por delante de su despacho camino de la oficina de su superior, sin que supiera por qué.
El trasiego de sobres y billetes no acababa en la caja fuerte de la planta tercera del Palau de la Música. Millet también tenía una caja de seguridad en Caixa Catalunya, que asimismo controlaba Barberà. Millet le dio poderes para acceder a esta caja, le entregaba dinero y lo depositaba allí. También cantidades importantes, tanto que en ocasiones se hacía acompañar por un conserje, no fuera que le robaran por el camino. Hay que mencionar que en los registros dirigidos por la Fiscalía Anticorrupción, los fondos que se encontraron eran todos billetes de 500 euros, cuya abundancia destapó el escándalo en la Agencia Tributaria.
Elisabet Barberà contó que Fèlix Millet mantenía contactos siempre al más alto nivel, con el fin de obtener patrocinios para el Palau, en su opinión. De esta forma trató con José Montilla, expresident de la Generalitat, o con José María Aznar, expresidente del Gobierno, con quien incluso cenó en varias ocasiones durante las vacaciones estivales en Menorca.
Barberà fue secretaria de Millet durante 34 años, o sea que ha vivido ya dos problemas con su exjefe, el del Palau y el de Renta Catalana. Es minuciosa y lo anotaba todo, tal como consta en el sumario. Los registros quedaban en el libro de contabilidad, que el fiscal definió como “el guion económico de la vida de Fèlix Millet”. Y quién sabe si de alguien más.