El Popular afronta la junta con urgencias en el capital
Los analistas estiman que necesita al menos 3.000 millones
El Banco Popular afronta la junta de accionistas del próximo lunes con las dudas sobre cómo resolver el futuro en lo concerniente a su capital. La corrección en sus cuentas anunciada esta semana, junto con el efecto derivado de las pérdidas de 3.485 millones del 2016, han dejado el capital del banco en mínimos. Literalmente. Según comunicó la entidad el pasado lunes, la ratio de capital regulatorio se habrá situado entre el 11,7% y el 11,85% sobre los activos de riesgo al término del primer trimestre, solo tres o cuatro décimas por encima de lo permitido por el supervisor.
En un informe, Citi asegura que el Popular necesita 3.900 millones de euros de capital, que puede obtener, en primer lugar, por generación orgánica, la contabilización de los activos fiscales diferidos y la venta de activos. Pero con esto no sería suficiente y, aunque tuviera éxito en todo lo anterior, aun así “debería ampliar capital por unos 2.000 millones para cubrir su déficit actual”, dicen los analista de Citi. Para Alantra Equities, otra firma de inversión, las necesidades de capital también son muy elevadas: de unos 2.700 millones sin contar con que el banco necesitaría otros 2.700 millones de provisiones adicionales para alcanzar un nivel de cobertura de riesgos similar al de la media del sector. Por último, el BBVA afirma en una nota que Popular tiene un nivel de capital muy precario que debe corregir de forma urgente. El problema –añade el departamento de análisis de BBVA– es que un aumento de capital sería muy difícil de llevar a cabo a no ser que la ampliación estuviera asegurada por un “caballero blanco”. La alternativa, concluye, es poner la entidad en venta.
En el sector, cada vez es más mayoritaria la opinión de que la única opción real es que otro banco lo compre. El Popular, que pidió a sus accionistas y a los inversores 2.500 millones de euros en junio del año pasado, ha visto cómo ese apoyo no solo no ha sido suficiente, sino que el valor en bolsa se ha deteriorado a gran velocidad desde el pasado verano. Ayer, la acción del banco cerró en los 0,8 euros, un 65% menos que a finales de junio del 2016.
Esta trayectoria, junto con la desconfianza que transmite ahora la entidad después de los saneamientos extraordinarios del 2016 y el déficit de provisiones de al menos 600 millones descubierto por la auditoría externa esta semana, casi imposibilitan una nueva ampliación. Y más, añade un analista, “con el precio actual de la acción, que cotiza a solo el equivalente a 0,3 veces el valor contable”. Así las cosas, se pregunta este analista: “¿Con cuánto descuento habría que hacer la ampliación de capital? ¿Cómo se lo explicaría a todos los que fueron a la anterior y han visto evaporarse la inversión en nada? ¿Quién se atreve a poner dinero ahora y con qué garantías de que el balance del banco refleja su imagen fiel?”.
El próximo lunes, Emilio Saracho, presidente del Popular desde el pasado 20 de febrero, se dirigirá por primera vez a los accionistas y explicará su plan para recuperar la confianza y el valor del banco. No será una reunión fácil. El descontento de los accionistas es muy alto. Mientras varios despachos de abogados en Estados Unidos inician los trámites para presentar demandas colectivas de accionistas, algunos analistas apuntan a la posibilidad de que la junta no apruebe las cuentas. Saracho afronta una prueba de fuego.
El nuevo presidente, Emilio Saracho, se dirigirá por primera vez a los accionistas y trazará su plan