Los líderes europeos se alinean con Washington
El nuevo Donald Trump, el que parece haber enterrado el aislacionismo para actuar como gendarme mundial, ha sido aplaudido en las mismas capitales europeas que no ocultaban su desagrado con sus políticas. En cambio, ha dejado descolocados a los ultraderechistas que eran sus mayores admiradores. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, se alinearon ayer con Washington y, en un comunicado conjunto, declararon que Bashar el Asad es el “único responsable” del ataque con armas químicas del martes y del subsiguiente bombardeo estadounidense. Más tarde, Merkel calificó de “comprensible” la respuesta de EE.UU. “ante la dimensión” del ataque químico. En términos parecidos se expresó el Gobierno español, que calificó el bombardeo estadounidense de “respuesta medida y proporcionada”. En un comunicado, el Gobierno de Mariano Rajoy subrayó que fue contra una base militar, “no contra objetivos civiles”. También Londres manifestó su “apoyo total” a la acción, “una respuesta apropiada al bárbaro ataque perpetrado por el régimen sirio”. En cambio, los líderes de la ultraderecha europea, que saludaron la victoria de Trump como un triunfo propio, reaccionaron con incredulidad. “Estoy asombrada”, dijo la francesa Marine Le Pen (FN). También el británico Nigel Farage (UKIP) se mostró desconcertado. “Creo que muchos votantes de Trump se estarán rascando la cabeza y preguntándose: ¿Dónde va acabar todo esto? Como firme seguidor de Trump digo: sí, las fotos eran horribles, pero estoy sorprendido. Sean cuales sean los pecados de El Asad, es un laico”.