Amenazas a jueces y periodistas que investigan el Penelopegate
Una remesa de sobres anónimos con balas confirma un ambiente enrarecido
Una bala y un anónimo, ilustrado con un ataúd y una calavera, que dice lo siguiente: “Jueces y periodistas en el mismo saco, la vigilancia y la protección no son eternas. Llegado el día vendremos a por usted o a por alguno de sus próximos”. Firmado: “Colectivo de depuración 2 J”. En la redacción de Le Canard Enchaîné, el semanario que destapó en enero las sospechas de empleos ficticios de la familia del candidato conservador a la presidencia, François Fillon, el llamado Penelopegate, hace meses que coleccionan estos anónimos. Edwy Plenel, director del portal Mediapart, muy activo en desvelar los chanchullos económicos del Frente Nacional, recibió esa carta el 30 de marzo. Plenel dice tomarse muy en serio el asunto y ha presentado denuncia. Se ha abierto una investigación por “amenazas de muerte”.
Los propios fiscales y magistrados de la Fiscalía Nacional Financiera que investigan el Penelopegate, han recibido esas amenazas, informa Mediapart, que cita como destinatarios a la fiscal Eliane Houlette, jefa del mencionado organismo, y otros tres magistrados que investigan el caso. También en el Elíseo se han recibido amenazas: el secretario general adjunto de la Presidencia, Thomas Cazenave, y el “comunicador” de Hollande, Gaspard Gantzer.
El torpedeo de la campaña de François Fillon, al que se daba como seguro ganador antes de que estallara el escándalo, por unos hechos que datan de muchos años y que debían ser conocidos de antiguo por quienes los divulgaron, ha enrarecido la campaña. En el horizonte de estas presidenciales se vislumbran gruesos nubarrones, sea quien sea el vencedor.
Si Fillon no gana, sus partidarios podrán alegar que le robaron la victoria y si gana, la fama de político corrupto será manejada por sus adversarios. En ambos casos con el resultado de una debilidad política. Y lo peor es que la situación no será muy diferente con la victoria de cualquiera de los otros tres favoritos –pues los últimos sondeos amplían a cuatro la categoría de favoritos, por el sorprendente avance de la izquierda de Jean-Luc Mélenchon (18%)–.
Emmanuel Macron será para muchos una creación del sector financiero. La ultraderechista Marine le Pen y el izquierdista Mélenchon tendrían en contra, por diferentes motivos, a los medios de comunicación y a buena parte del
Sea quien sea el vencedor de la carrera presidencial, se anuncia un liderazgo cojo y contestado
establishment. En los cuatro casos, el resultado será el mismo: un presidente muy débil y contestado seguramente por más de la mitad de los franceses. Una situación peligrosa y sin precedentes.
Fillon insiste en que la denuncia de la que es objeto es un montaje del Elíseo. “Llegado el momento, perseguiré a quienes han organizado esto, tengo las fechas, y los nombres de quienes comunicaron los documentos”, dice. Su petición de que se investigue el montaje no ha encontrado eco en la Fiscalía. “Todo demasiado impreciso”, le han dicho los jueces. Los anónimos y las balas dan ambiente a la borrasca que se anuncia.