El soplo, el mejor método
La Policía Nacional ofrece garantías de protección a los que delaten partidos amañados
Cómo se puede saber si el bajón en el rendimiento de un futbolista es intencionado, o si el portero podía haber hecho más para atajar un balón que acabó en gol, o si el defensa tiró el balón a córner cuando podía haberlo despejado...? ¿Cómo se investigan los amaños? “Es muy complicado de acreditar porque la justicia necesita pruebas objetivables y esto no lo es”, apunta el inspector jefe del servicio de control de juegos de azar de la Policía Nacional, Jesús Alberto Fuentes. Las instituciones españolas, europeas e internacionales se han conjurado para combatir el fenómeno conocido como match-fixing –el amaño de partidos– que vive una época de expansión gracias al auge de las apuestas en internet. En España, hace un año se creó el Centro Nacional Policial de Integridad en el Deporte y Apuestas que trabaja en coordinación con organismos y policías internacionales para atajar la corrupción en el deporte. El mejor método para detectar los amaños es el soplo. La Policía, en colaboración con la Liga de Fútbol Profesional, busca la cooperación de otros jugadores que estén al corriente del amaño y no quieran participar de él. “El objetivo es atraer a estas personas para que denuncien. La Policía les dará protección, se garantizará su anonimato e incluso se les podría incluir en el programa de testigos protegidos”, afirma el inspector Fuentes. La operación contra el Eldense tras el partido contra el Barça se gestó así. El gerente y un futbolista fueron a comisaria a denunciarlo. Una reforma reciente del Código Penal penaliza la manipulación de los partidos como si fuera una conducta de corrupción o de crimen organizado.
El Departamento de Integridad de la Liga monitoriza todos los partidos. Lo hace en colaboración con la empresa privada de rastreo Sports Radar que se encarga de contabilizar las variaciones que se producen en las cantidades apostadas en los partidos. Cuando detectan una apuesta exagerada atendiendo al tráfico normal de un encuentro de esa entidad, dan el aviso y se empieza a cursar una investigación. “Si en un partido de Tercera División en el que normalmente se apuestan 1.000 euros llega un momento en que se apuestan 200.000, el Sport Radar lo identifica y lanza el aviso”, explica Victor Rodrigo, del Colegio de Abogados de Barcelona que trabajó en investigaciones internacionales de este tipo.
¿Cómo se encuentran pruebas para el amaño? Los investigadores, a partir de los indicios detectados en el comportamiento extraño de un jugador y alertados de un movimiento anómalo en las apuestas por el Sport Radar, indagan en los contactos mantenidos por los futbolistas, entrenadores, directivos, árbitros y su entorno de familiares y amigos para encontrar evidencias sobre la manipulación del partido. Para ello sirven los registros telefónicos, los watsaps, seguimientos, testigos pero sobre todo chivatazos.
El principal obstáculo es encontrar al apostante que se beneficia del amaño. Los criminales actúan en casas de apuestas no reguladas de Asia mediante corredores y pueden, por ejemplo, apostar 300.000 euros en un partido de Segunda belga sin levantar sospechas y sin que se llegue a identificar al apostante. “No hay trazabilidad. Si actúan a través de corredores no hay manera de encontrarles. Es casi imposible”, se lamenta el inspector jefe.
DEPARTAMENTO DE INTEGRIDAD Una empresa de rastreo alerta a la Liga sobre los movimientos anómalos en las apuestas