Un día para la convulsión
El Barcelona confía en el derbi del Bernabeu y se impone ganar en Málaga
“¿A qué hora es? Sí que lo veré, si no me duermo durante la siesta, que también puede ser y así uno no sufre tanto”. Después de dirigir el entrenamiento de ayer, Luis Enrique bromeó sobre el derbi que se disputará esta tarde en el Bernabeu. Es evidente que en el hotel de Málaga, cuatro horas y media antes de que empiece su partido, el entrenador asturiano estará pegado al televisor. Y no le entrará somnolencia. El Barcelona tiene grandes esperanzas depositadas en esta jornada, una prueba de fuego para el líder en vísperas de una fecha de Champions League trascendental. Un error del Real Madrid puede devolver al conjunto azulgrana el liderato provisional, pero sobre todo el privilegio de depender de sí mismo en la batalla por el título. Quedan ocho jornadas, entre las cuales la visita del Barça a Chamartín, pero la de hoy se presenta determinante para medir las posibilidades futbolísticas y anímicas de cada cual.
Luis Enrique no quiere elucubrar. “La Liga pasa por Málaga y nada más –sentencia–. Las cuentas de la lechera están muy bien, pero se cumplen muy pocas veces y nosotros tenemos que centrarnos en lo que podemos controlar”. Aunque considera que su equipo está capacitado para hacerlo si consigue centrarse en objetivos inmediatos, no cree que ninguno de los aspirantes vaya a sumar los 24 puntos (27 para el Madrid) pendientes. Tomando como referencia las últimas cinco temporadas, el Barça ha extraviado entre 2 (el pasado curso) y 9 puntos (el año de Gerardo Martino) en este tramo. Pero si un dato ilustra la magnitud de la dificultad que representa para el Barcelona revalidar el título es que nunca en toda la historia del campeonato ha conseguido imponerse en las últimas ocho jornadas del campeonato. El Madrid, por su parte, concluyó la temporada pasada con 12 victorias consecutivas precisamente después de la derrota en el Bernabeu (0-1) contra el Atlético.
Así, el Barça emprende un desafío contra la historia y necesita aliados. Presenta como avales un magnífico estado de forma, ejemplificado en la incontestable victoria contra el Sevilla; y la convicción, después de la asombrosa remontada contra el PSG, de que para este equipo no existen barreras infranqueables. Aunque el Málaga tiene algo que Luis Enrique no ha identificado con precisión pero le preocupa. Suele plantear complicaciones al Barcelona, y en la primera vuelta obtuvo un empate (0-0) en el Camp Nou, el primero de los tres consecutivos (Real Sociedad y Real Madrid) que condicionaron las opciones barcelonistas en la Liga.
Las bajas de Piqué y Rakitic por acumulación de amonestaciones no plantean ningún drama, pero pueden provocar la recuperación de la fórmula 4-3-3. André Gomes y Denis Suárez se disputarían un puesto en el centro del campo, aunque podrían actuar los dos si el técnico decide dar descanso a Iniesta. Al Málaga todo esto le preocupa poco. Con su triunfo en Gijón después de 6 partidos sin ganar es un equipo liberado, casi salvado. El partido “llega en un momento cojonudo”,dijo Míchel, el nuevo entrenador, que busca su primera victoria en La Rosaleda.
OTRO DESAFÍO HISTÓRICO El equipo azulgrana nunca ha conseguido un pleno de victorias en las últimas ocho jornadas de Liga