El desafío de la paciencia
Sergio García se pone en cabeza con una tarjeta de 70 golpes, Rahm resiste en el par
Después de dos días difíciles por culpa del viento, los 53 jugadores que sobreviven en el Masters afrontaron ayer el fin de semana en unas condiciones menos exigentes, y Sergio García lo aprovechó para ponerse en cabeza del torneo con seis golpes bajo par, los mismos que el norteamericano Justin Rose, que comparte el liderato tras recuperar cinco golpes en la jornada de ayer gracias a un final espectacular en que logró cinco birdies en siete hoyos. El niño supo sobreponerse a los bogeys del 7.º y 9.º hoyo, recuperando la ventaja perdida y ampliándola gracias a los cuatro birdies logrados. Mientras, Charley Hoffman, líder en las dos primeras jornadas, finalizó ayer con -4 tras perder una ventaja de siete golpes por un bogey en el 14 y un doble bogey en el 16. Más abajo, el vizcaíno Jon Rahm logró mantener el par pese a ceder con dos bogeys consecutivos en el 16 y el 17 los tres golpes de ventaja que llegó a tener en la jornada de ayer, que realizó junto al mítico Fred Couples, 35 años mayor que él, que cerró la jornada con +1.
“Todavía no es domingo”, había recordado Sergio García, que compartía el liderato junto a los estadounidenses Charley Hoffman y Rickie Fowler, y el belga Thomas Pieters antes de comenzar el tercer recorrido. Pieters, de 25 años, es uno de los debutantes que está mostrando todo su potencial, al igual que el vasco Jon Rahm, que espera su oportunidad. “Estoy jugando muy bien, aunque los greens son complicados”, ha reconocido el vizcaíno. Al castellonense se le ha visto más relajado en esta oportunidad, como si no tuviera que demostrar nada y la presencia de Rahm le hubiera quitado responsabilidad. Para todos, el desafío es la paciencia.
La experiencia y la tranquilidad serán dos armas fundamentales para todos los aspirantes en las dos jornadas decisivas. Y en palabras de Thomas Bjorn, el capitán del equipo europeo en la próxima edición de la Ryder Cup, en el 2018, “Sergio García es el mejor jugador del mundo sin un grande”. De ahí que se haya convertido en uno de los candidatos más cualificados en el 81.º Masters de Augusta, donde solamente nueve jugadores habían sido capaces de alcanzar el tercer día de competición con tarjetas bajo par, una muestra de la enorme dificultad de los primeros días, que ha eliminado a jugadores como Zach Johnson, Bubba Watson, José María Olazábal, Vijay Singh o Bernhard Langer, todos ellos vestidos con la chaqueta verde en el pasado.
Para Pieters “todo está en la mente, es sólo golf”. El belga tiene el mismo reto que Rahm: vencer en el Masters de Augusta en su debut, algo que únicamente han logrado tres jugadores en toda la historia: Fuzzy Zoeller (1939), Horton Smith –en 1934, cuando se inició el torneo– y el legendario Gene Sarazen, campeón en 1935. “No sé los motivos por los que Augusta es tan complicado para los debutantes y no pienso en ello. No me afecta. Lo único que quiero es llegar al recorrido final en una buena situación”, comenta Pieters, mientras que Rahm, que no ha abandonado su juego agresivo pese a la importancia del torneo, se siente “ilusionado” ante el enorme reto.
ADIÓS AL VIENTO El clima respetó la jornada de ayer, que Rose y Spieth aprovecharon para subir en la clasificación