Francesc Roca
Tras 13 años cerrado y numerosas propuestas, el Banco de España de Tarragona se dedicará a la ciencia
CONCEJAL DE TARRAGONA
Encargado por orden del alcalde de Tarragona de “desencallar” la cuestión del Banco de España, cerrado desde hace 13 años, el concejal Francesc Roca ha conseguido unir tres instituciones para convertir la sucursal en un centro científico.
No es el primer proyecto que el Ayuntamiento pone encima la mesa, pero esta vez cuenta con el apoyo y la implicación de quienes deben hacer la idea realidad: los tres institutos de investigación que la Generalitat tiene en Tarragona. El viejo edificio del Banco de España, cerrado hace más de trece años, se perfila ahora como un espacio dinámico y abierto donde promocionar y compartir la ciencia y la tecnología.
“Será una fábrica de conocimiento; tenemos una responsabilidad social que es la de hacer ciencia con la ciudad y para la ciudad; hacer las cosas con la gente y divirtiéndonos con la gente”, dijo Joan Gómez, director del Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC) durante la presentación del proyecto. Sus homólogos del Institut Català d’Investigació Química (ICIQ) y del Institut Català de Paleocologia Humana i Evolució Social (IPHES), Miquel Àngel Pericàs y Robert Sala, insistieron en que “la interacción entre los tres institutos es una singularidad y puede dar productos nuevos”.
Atrás quedan otros intentos para darle contenido a este edificio ubicado en plena rambla Nova. Primero tenía que ser un centro de interpretación de Tarraco y un gran espacio de atención a los turistas. Esta propuesta fue la más sólida: formaba parte del Pla de Competitivitat Turística, tenía proyecto y presupuesto, pero en 2010 la crisis frustró la idea. Luego, se han sucedido los anuncios: un museo de la química (lanzado por el alcalde en plena campaña electoral), un hotel de cinco estrellas, una sede para el CaixaForum, una gran tienda de ropa, un museo para el Nàstic, una biblioteca, una hemeroteca..
La última propuesta la formularon, en otoño pasado, los vecinos del centro de la ciudad. Tras más de una década cerrado a cal y canto, la Associació Tarragona Centre presentó un proyecto al Ayuntamiento para convertirlo en un centro cultural con cafetería, con espacios polivalentes y aulas para hacer actividades ciudadanas. Otra opción que ha quedado descartada y para la que el Ayuntamiento ha anunciado que “buscará otro espacio adecuado”.
La propuesta que ha diseñado, de la mano de los tres institutos de investigación, el concejal de Ensenyament, Francesc Roca (encargado por orden del alcalde de “desencallar” la cuestión del “Banco de España”), gira en torno al conocimiento: “Queremos un lugar en el que la ciencia, la tecnología y la innovación sean tangibles, donde el conocimiento se pueda compartir”, dice. Como primer paso, en unos meses se convocará un concurso público para concretar el desarrollo de los contenidos, su presentación y la nueva organización de los servicios en el interior del Banco de España.
El proyecto no cuenta con una partida definitiva ni un calendario concreto. A lo que sí se comprometió Roca es a remodelar y abrir durante este año los jardines que rodean el Banco de España, dejando la puerta abierta a instalar allí algún tipo de cafetería. En este espacio está previsto poder organizar algunas actividades culturales y recreativas, “por ejemplo, podríamos sumarnos a las 250 ciudades europeas que celebran la Noche del Investigador”, apuntó. El edil deja la puerta abierta a la utilización de la planta baja del edificio para otros actos concretos, siempre relacionados con la divulgación de la ciencia.