Mercedes toma el mando
El inglés pasa el rodillo en Shanghai y empata en el liderato con un Vettel taponado
La victoria de Lewis Hamilton en el gran premio de Shanghai ha aupado a la escudería Mercedes a la cabeza del mundial de constructores, una posición que amenaza con no abandonar, menos todavía si los Ferrari de Vettel y Räikkönen se enzarzan en peleas entre ellos que sólo sirven para allanar el camino al tricampeón británico.
Lewis Hamilton y su Mercedes ya han tomado el mando –compartido con Sebastian Vettel– del Mundial de F-1. El piloto inglés y su bólido de motor alemán, con el favor de la pole, pasaban el rodillo en el circuito de Shanghai a la vieja usanza: imponiendo un ritmo inalcanzable abriendo pista, evitando las reyertas y gestionando la renta acumulada para ahorrarse sustos. No le hizo falta ni siquiera la protección de su escudero para estar a salvo de su perseguidor, un Vettel con buen ritmo, pero que pagó con creces el tapón que le hizo su compañero Kimi Räikkönen al inicio.
¿Qué habría pasado si Vettel se hubiera desdoblado antes, en vez de aguantar tras el finlandés 12 vueltas? Seguramente, Hamilton no habría tenido un final tan plácido. “En las últimas vueltas preguntaba qué tiempos hacía Sebastian y le replicaba; me estaba recortando tiempo”, admitía su preocupación Lewis, que tenía más de 8s de margen.
Fue este tapón de Räikkönen a Vettel una de las claves de la carrera china, así como un comienzo accidentado en una pista mojada –todos menos Carlos Sainz salieron con neumáticos intermedios– que sacudió el orden de la parrilla. En la primera vuelta, un toque de Stroll (Williams) con Checo Pérez (Force India) motivó un coche de seguridad virtual que muchos aprovecharon para pasar por los garajes para calzarse los neumáticos lisos, en la vuelta 3. Ese primer baile de posiciones retrasó a Vettel del 2.º al 6.º puesto. Y más reordenación hubo con el posterior accidente de Giovinazzi (Sauber), en la vuelta 5, que provocó la aparición del coche de seguridad y más entradas a boxes.
UNA ACCIÓN DECISIVA Vettel se quedó detrás de Räikkönen 12 vueltas, perdió 5,4 segundos y ya no pudo atacar a Hamilton
SAINZ Y ALONSO, CARA Y CRUZ El madrileño acaba 7.º al remontar 11 posiciones y el asturiano abandona por avería cuando era 8.º
De esa doble agitación resultó que Hamilton mantuvo el primer puesto, pero sin Bottas detrás –por un trompo se fue al 12.º–, los dos Red Bull a cola del Mercedes –Verstappen saltó del 16.º de salida al 2.º–, y Vettel quedó atrapado, 5.º, a la espalda de Räikkönen. Las 12 vueltas que estuvo detrás del finlandés lo retrasaron 5,4s del inglés, un tiempo que seguramente le habría permitido atacar al final a Lewis.
Si Hamilton puso la solidez y la consistencia del ritmo, Vettel regaló algunas de las mejores acciones de la prueba al tener que remontar posiciones. Primero pasando a su compañero, que levantó el pie para facilitar la maniobra; luego, con un exterior de película sobre Ricciardo para escalar al tercer puesto; y finalmente, apretando a Verstappen, que tuvo que bloquear los frenos y cambiar de gomas. El holandés, nombrado Piloto del Día, ofreció
otra excelente remontada del 6.º puesto hasta el podio.
La escalada de Vettel acabó ahí. Pudo recortar distancia a Hamilton, de los 9,4 a los 6,2 segundos finales, pero nunca pudo inquietar el liderato del inglés.
Mención especial merece la carrera de Sainz, que remontó del 18.º puesto de la primera vuelta –por la osadía de salir con superblandos en la pista mojada– hasta el 7.º. “Somos el primer coche detrás de los tres grandes”, decía el madrileño, que derrotó en su mano a mano a Fernando Alonso. En esa jugada, en la vuelta 35, el asturiano, en la 8.ª posición, rompió la transmisión de su McLaren y se quedó sin puntuar. “Podía haberme llevado puntos; eran posibles”, señaló, al tiempo que consideró “surrealista” luchar con Bottas “y que no te pueda adelantar en dos o tres vueltas”; haciendo ver que merecía ese volante.