Mr. Porsche dice adiós
El poderoso ejecutivo alemán abandona el grupo Volkswagen
Ferdinand Piech (79), nieto de Ferdinand Porsche y uno de los principales directivos del grupo Volkswagen hasta su dimisión en el 2015, ha vendido sus acciones en la compañía con la intención de jubilarse.
Con doce hijos, multimillonario, una colección envidiable de automóviles y cuatro matrimonios a sus espaldas a sus 79 años, el todopoderoso Ferdinand Piëch, el artífice de la expansión internacional del grupo Volkswagen ha puesto punto final a su carrera.
La pasada semana vendió el paquete de acciones que tenía de Porsche (la empresa que ostenta el 52% de los votos en el grupo de Wolsfburgo) a su hermano menor, Hans Michel y a otros miembros de su clan familiar. Se estima que los títulos pueden valer alrededor de 1.100 millones de euros.
Piëch, nieto del mítico Ferdinand Porsche, ha sido durante dos décadas la cara visible del que hoy es el mayor fabricante de automóviles del planeta. Recaló a principios de los noventa, cuando el grupo registraba números rojos y le dio la vuelta.
Pilotó su internacionalización mediante la compra de marcas como Lamborghini o Bugatti, en el posicionamiento del grupo hacia un estándar superior, el renacimiento del Beetle y en la conquista del mercado norteamericano
Estuvo, junto a su influyente mujer Ursula (una educadora infantil que inicialmente fue contratada como niñera de sus hijos) manejando los hilos de la empresa hasta el año 2015, cuando dimitió del consejo de supervisión tras un duro enfrentamiento con Martin Winterkorn, el presidente del consejo de administración del grupo en aquel entonces, que también tuvo que abandonar el cargo cinco meses después al estallar la crisis de las emisiones diésel.
Su salida definitiva de Volkswagen marca también un punto y aparte, porque su rama familiar da definitivamente un paso atrás en la gestión de la empresa. “Los miembros del clan Porsche-Piëch que controlan Volkswagen ya no serán elegibles para servir puestos directivos en el grupo automovilístico”, amonestó Wolfgang Porsche, el máximo ejecutivo de la homónima compañía.
“El hecho de que ningún
Tuvo un duro enfrentamiento con Winterkorn, cinco meses antes de estallara el dieselgate
miembro de la familia ahora esté activo en los negocios operativos del holding es un sistema que debería aplicarse a todas las empresas”, añadió Porsche, obviando que él mismo aún desempeña funciones ejecutivas en el grupo. Entre la rama Piëch y Porsche siempre hubo desencuentros y ahora todo indica que Piëch ha dejado el campo libre a su rival.
Con reputación de ser frío y maquiavélico, Ferdinand Piëch ha mantenido una influencia notable en la empresa incluso cuando dejó de mantener responsabilidades en la primera línea. En ocasión de los salones automovilísticos más prestigiosos, los oradores siempre buscaban de forma implícita su aprobación, aunque fuera sólo con la mirada desde la distancia.
Recientemente, Piëch se declaró entusiasta del Seat Ateca, calificándolo como uno de los coches más bonitos de todo el grupo. Ahora tendrá más tiempo para dedicarse a sus numerosos hijos.