La Vanguardia

EE.UU. ya no ve posible una paz en Siria con El Asad

La embajadora en la ONU dice que “no hay solución” si sigue el presidente sirio

-

La embajadora estadounid­ense ante la ONU, Nikki Haley, dejó ayer claro que el presidente sirio, Bashar el Asad, ya no puede mantenerse en el poder después del ataque químico de esta pasada semana. “No hay ninguna opción o solución política con El Asad a la cabeza del régimen”, dijo Haley en una declaracio­nes que parecen indicar un claro cambio de política de la Casa Blanca respecto al conflicto.

La representa­nte estadounid­ense ya hizo el miércoles un duro alegato en el Consejo de Seguridad tras hacerse públicas las imágenes de niños muertos o agonizante­s, después del ataque a la localidad de Jan Sheijun. Haley mostró algunas de esas imágenes a sus colegas y reprendió con dureza a Rusia por bloquear una condena al régimen de Damasco.

“Si te atienes a las acciones que ha llevado a cabo, a la situación que ha provocado, va a ser difícil que haya en Siria un gobierno estable y pacífico con El Asad”, recalcó ayer Haley a la CNN. “Creemos que habrá un cambio de régimen”, añadió. No obstante, también recordó que Washington tiene el foco puesto en la lucha contra el Estado Islámico.

En esta última línea también se mantuvo el secretario de Estado, Rex Tillerson. En otra entrevista apuntó que “la prioridad de Estados Unidos es y sigue siendo la caída del Estado Islámico (EI)”. “Una vez que esta amenaza se haya reducido, creo que podremos centrar nuestra atención en el modo de buscar la estabilida­d en Siria”, añadió.

Para mediar entre ambas declaracio­nes, salió al paso H.R. McMaster, consejero de seguridad de Donald Trump, quien dijo que la lucha contra el EI y la expulsión de El Asad “son dos objetivos que se pueden hacer simultánea­mente”.

Después de años, en los que la Administra­ción estadounid­ense, bajo la presidenci­a de Barak Obama, había insistido en la necesidad de que El Asad dejara la presidenci­a para garantizar un futuro estable en el país, la llegada de Trump a Washington parecía que había hecho cambiar la estrategia. Trump parecía tener en la buena relación con Rusia una prioridad. El hecho de que Moscú apoye al régimen de Damasco y los avances del ejército de El Asad en el campo de batalla hacían prever que Washington acabaría aceptando la política de hechos consumados.

Sin embargo, la matanza con armas químicas en Jan Sheijun parece haber provocado un giro de 180 grados en Estados Unidos. El ataque con misiles lanzado el viernes de madrugada contra la segunda base aérea del ejército sirio fue interpreta­do por algunos analistas como un cambio total de política por parte de Trump. Para otros, sin embargo, se trataba de una mera operación de maquillaje,

Tillerson matiza que la prioridad para Washington todavía es acabar con el Estado Islámico

destinada a atraerse la simpatía de la población norteameri­cana, que le están dando las peores calificaci­ones a un presidente recién elegido.

De momento, los hechos parecen dar la razón a los primeros. La administra­ción Trump informó al Congreso tras el ataque que “podría llevar a cabo acciones suplementa­rias”, con lo que no se descartan nuevas intervenci­ones. Y las declaracio­nes de la embajadora Haley dejarían a las claras que Washington tiene ya una línea de actuación nueva, que entronca más con la que llevaba a cabo Obama al principio de la guerra y que aleja a la Casa Blanca de Moscú, al menos en lo que se refiere a la política en Oriente Medio.

El hecho de que otro de los cambios políticos de la Administra­ción Trump respecto a la de Obama es plantar cara a Irán puede también haber influido. Teherán ha sido uno de los principale­s valedores de El Asad. Ayer Tillerson insistió en este punto. Junto a la lucha contra el EI, apuntó que otra prioridad ahora “es cortar la influencia de Irán en la zona”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain