El Bicing funcionará 24 horas todos los días del año
Las bicicletas eléctricas se triplicarán y compartirán estaciones al aire libre con el resto
Las bicicletas no son sólo para el verano, igual que tampoco son únicamente para las horas de sol. El nuevo contrato del Bicing, que saldrá a concurso en los próximos meses, contempla que el servicio de bicicletas compartidas pase a funcionar las 24 horas de los 365 días del año. Nunca parará el Bicing, que actualmente sigue un horario muy similar al del metro y funciona de manera ininterrumpida únicamente las noches de los fines de semana.
La ampliación del horario es una de las peticiones más reclamadas por los usuarios del sistema que acaba de cumplir diez años de su puesta en marcha. El 31 de marzo finalizó el contrato adjudicado a Clear Channel y se ha prorrogado un año hasta que tenga un nuevo adjudicatario dispuesto a asumir los cambios que busca introducir el gobierno municipal.
Además de abierto hasta el amanecer, será un Bicing más eléctrico. Habrá 6.000 bicicletas mecánicas tradicionales (como ahora) y 1.000 eléctricas frente a las 300 de este tipo que hay actualmente. Ambas modalidades compartirán instalaciones en lugar de estar separadas. La mayoría de las estaciones actuales se mantendrán mientras que las subterráneas exclusivas para bicis eléctricas desaparecerán.
La adjudicación del nuevo contrato supondrá una renovación de las estaciones y bicicletas. Todas serán nuevas, con una imagen actualizada pero sin cerrar la puerta a la incorporación de un patrocinador. Al menos, esa es la idea del gobierno municipal, que ahora deberá negociar la propuesta con la oposición para ganarse los apoyos que le permitan tirarla adelante. El importe de licitación es de 18,8 millones de euros anuales por un plazo de diez años.
Uno de los puntos débiles del Bicing es que no llega a todos los puntos de la ciudad. El nuevo contrato pasa de 470 estaciones a 519 y la distribución pretende reducir las diferencias de cobertura territorial entre distritos. Mientras en el Eixample y Ciutat Vella el 100% de la población tiene una estación a me- nos de 300 metros, en Horta-Guinardó es menos del 50%. La orografía de la capital catalana juega un papel fundamental, hay puntos hasta los que sólo se atreven a subir los que tienen mejores piernas. Es una de las razones por las que se aumentará el número de bicis eléctricas, que tendrán la misma apariencia pero incorporarán un equipo eléctrico. La idea es que con el paso del tiempo se pueda variar la proporción entre bicis mecánicas y eléctricas si se ve necesario y se pueda llegar hasta las 8.000 bicis en circulación en total.
En los diez años que han pasado desde el anterior contrato las cosas han cambiado mucho a nivel tecnológico. El sistema de acceso al servicio que actualmente se hace con una tarjeta también se podrá efectuar con la tecnología NFC del teléfono y con una aplicación, que incluso dará la posibilidad de hacer una reserva anticipada de una bici durante cinco minutos. Cuando la T-Mobilitat acabe entrando en funcionamiento (la última previsión es para finales del año que viene) también se integrará el Bicing.
Lo que queda descartado de momento es la posibilidad de que los turistas puedan usar las bicis. Habrá dos sistemas tarifarios, el abono anual como hasta ahora y un pago por uso aún sin definir. En todo caso, requerirá el registro previo, descartando la posibilidad de introducir la tarjeta de crédito y poder empezar a pedalear como pasa en los servicios de bicicletas compartidas de otras ciudades europeas.
Se podrá pagar por uso concreto, pero siempre con un registro previo en el sistema Con 49 estaciones más se busca que el servicio llegue a barrios hasta ahora olvidados LOS DATOS
104.686 abonados realizaron 1.342.093 desplazamientos en marzo del 2017