Cuando la vida es puro azar
Rosalie Blum
Dirección: Julien Rappeneau Intérpretes: Noémie Lvovsky, Kyan Khojandi, Alice Isaaz, Anémona Producción: Francia, 2015. 95 m. Comedia romántica.
Debut en la dirección de Julien Rappeneau, hijo del veterano cineasta francés Jean-Paul Rappeneau, candidato al Oscar como coguionista de El hombre de Río, comedia de acción protagonizada en 1964 por Jean-Paul Belmondo. En su primera película como realizador, Julien Rappeneau adapta la exitosa trilogía de cómics de la joven artista Camille Jourdy, manteniéndose fiel al original y con una trama que básicamente gira alrededor de tres personajes muy bien recreados por sus intérpretes.
Vincent (Kyan Khojandi) tiene un rostro asustadizo y es un treintañero totalmente adicto a una rutina diaria en la que todo se repite una y otra vez. Es propietario de una peluquería de barrio y su relación familiar se circunscribe a un primo que es su único confidente y una madre, colérica y posesiva, que siempre trata de imponer su voluntad. Hasta que un día, este hombre tímido y de costumbres fijas se cruza en la calle con una misteriosa dama que no le resulta del todo desconocida. Se trata de la Rosalie Blum del título, interpretada por Noémie Lvovsky, actriz que también suele ejercer de guionista y directora. Este encuentro fortuito convierte a Vincent en una especie de detective obsesionado por descubrir los secretos y el pasado de esta mujer que ha perturbado su hasta entonces anodina existencia.
Soledades compartidas coinciden en un filme de sólida textura visual y habitada por actores muy convincentes, a pesar de la extravagancia de sus personajes. La parte final tiene un tono excesivamente dulzón, pero se trata de una singular pieza fílmica. /