La otra batalla del ‘Gernika’
El poeta Juan Larrea, que participó con Max Aub, José Bergamín y Corpus Barga, en el Pabellón de la República en París, dijo que ciertas autoridades republicanas intentaron retirar el Gernika de Picasso por considerarlo “antisocial, ridículo [y] totalmente inadecuado a la sana mentalidad proletaria”. Les gustaba más
Aviones negros, de Horacio Ferrer, el mismo tema, pero en lenguaje realista, que entendía todo el mundo, mezcla de estampa numantina y La libertad
guiando al pueblo de Delacroix. El representante del gobierno vasco (Ucelay) quedó horrorizado (“son sólo 7 x 3 metros de pornografía que se cagan en Gernika, en Euskadi y en todo”). En aquellos años, estalinistas y nazis coincidían en su condena al arte no realista. Los comunistas tenían como dictado estético el realismo socialista y los nazis perseguían lo que llamaban “arte degenerado”. Max Aub tuvo que emplearse a fondo en su discurso a los trabajadores del pabellón: “Si el cuadro de Picasso tiene algún defecto, es que resulta demasiado real, atrozmente verdadero”. Buñuel, que había abandonado el grupo surrealista para someterse a la disciplina del Partido Comunista, dijo que el cuadro tampoco le hacía gracia, ni a él, ni a Bergamín ni a Alberti, aunque después lo defendieran. El poco fiable Josep Renau, director general de Bellas Artes, llegó a decir que amenazó a Dolores Ibarruri con dimitir si retiraban el Gernika. Desde Francia, Cahiers d’Art y Paul Éluard también se implicaron en defender el cuadro. La campaña para justificar el arte de Picasso fue ardua. Ramon Gaya en la republicana Hora de España tuvo que publicar un artículo didáctico aclarando que el arte de vanguardia era el más realista de todos porque añadía dimensiones interiores de realidad que escapaban al ojo fotográfico, que sólo ve la superficie, y que Picasso, a pesar de no haber puesto sus pies en España desde 1936, había tenido el coraje de poner su fama internacional al servicio del pueblo en lugar de darle la espalda, como el de otros intelectuales españoles.