La Vanguardia

Los brotes de Alcácer

- Juan Bautista Martínez

Paco Alcácer apenas se había manifestad­o. Algún gol suelto tras fallar varios clamorosos. Alguna pincelada insuficien­te. Una presencia poco menos que testimonia­l a pesar de los 30 millones invertidos. Asombrosam­ente, ha sido alejarlo del epicentro de la ofensiva y mostrar brotes verdes. En Granada jugó pegado a la derecha, como en su época Salinas y Lineker. Y anoche, el día en que Robert Fernández confirmó el interés blaugrana por repescar a Deulofeu, se escoró a la izquierda para cubrir la ausencia de Neymar. Ahí evocó, en cierta medida, a otro exblaugran­a que vino del Valencia y que tuvo que buscarse la vida como falso extremo por ese lado: David Villa. Tanto en un lado como en el otro, por lo menos Alcácer se soltó. Acertó y falló. Pero gritó presente. No fue un cero ni un medio estorbo, sino que se vio a un jugador activo, que persiguió su fortuna y que participó en los tres goles del Barcelona. Tiró un caño, probó un taconazo, hizo una pifia colosal y metió un tanto. No se vio superado por las circunstan­cias (al contrario que André Gomes). Demostró que

El valenciano se ha manifestad­o desde la banda en un equipo calamitoso sin balón

no es un tuercebota­s, aunque su temporada de aterrizaje en el Camp Nou haya sido durísima, y sus oportunida­des, no demasiadas, siempre a la sombra del sacrosanto tridente. El valenciano no ha dicho en toda la campaña ni una palabra más alta que otra y ha intentado adaptarse a un ecosistema particular, no sólo por el estilo de juego sino también por competir con tres jugadores que aparecen como insustitui­bles. El único que tiene siempre toda la informació­n y que sigue los entrenamie­ntos es el entrenador, pero ahora cabe formularse la pregunta de si en algunos encuentros, si se quiere los de menos pelaje, no hubiera merecido Alcácer sumar más minutos, lo que hubiera servido para que cogiera más confianza y para refrescar las piernas de los primeros espadas. Para que llegaran con más energía y pudieran trabajar no sólo con balón. Porque sin pelota el Barcelona continúa siendo una calamidad.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain