Jesús Navarro
DIRECTOR DEL MUSEU MORERA
El Museu d’Art Morera celebra su centenario con la exposición Connexions. El centro de Lleida encarará su futuro con la participación de artistas, críticos e instituciones culturales para diseñar un nuevo plan museográfico.
El fotógrafo leridano Ton Sirera (Barcelona 1911-Lleida 1975) fue de los primeros en fijarse en las posibilidades estéticas de la fotografía aérea. Sirera era un enamorado del paisaje, pero sus fotos están más cercanas a la abstracción. Plegaments, una vista aérea de Salàs del Pallars en blanco y negro, es un ejemplo. La fotografía puede observarse junto a un cuadro del pintor Joan Vilacasas (Sabadell 1920-Barcelona 2007) titulado Planimetries, un prodigio de geografía abstracta, que según el crítico Alex Mitrani, representan “una formulación original del informalismo”. “Sirera y Vilacasas miran el mundo desde las alturas y la distancia y así reinventan el paisaje”.
Las dos obras forman parte de la muestra Connexions, una exposición colectiva con la que el Museu d’Art Jaume Morera de Lleida inicia los actos conmemorativos de sus primeros cien años de existencia. El museo ha encargado a 16 críticos e historiadores del arte que lleven a cabo una selección crítica del fondo del museo y que lo contrapongan en diálogo o correspondencia con otras obras que han sido cedidas por otros museos catalanes. Así, uno de los dibujos más conocidos de Xavier Gosé, Jardi d’hivern, dos mujeres del Paris de la belle époque, se exhibe junto a Visió nocturna parisenca, de Hermen Anglada-Camarasa, con el que comparte temática.
Las conexiones artísticas o estéticas recorren la historia del arte desde finales del siglo XIX hasta nuestros días. El fundador del museo, su mentor y primer mecenas, Jaume Morera i Galicia, exhibe un impresionante paisaje del Guadarrama que se complementa con la recreación que Modest Urgell hizo de las Muralles de Girona. Otras parejas que destacar son Leandre Cristòfol, que exhibe una de sus volumetrías junto a una escultura de Àngel Ferrant, o la formada por Antoni Garcia Lamolla y Luis Buñuel. De época más reciente, nombres destacados de la última vanguardia de Lleida: Àngel Jové, que se contrapone con Perejaume, o Benet Rossell, que se empareja con su amigo Carles Hac Mor.
Francesc Fontbona, Mariona Seguranyes, Eliseu Trenc, Josep Casamartina, David Santaulària, Joan M. Minguet, Vicenç Altaió, Pilar Bonet, Àlex Mitrani, Sílvia Muñoz, Manuel Guerrero, Pilar Parcerisas, Frederic Montornés, Teresa Blanch, Oriol Fontdevila y Cèlia del Diego son los críticos que han explorado conexiones directas, reveladores o emotivas que recorren cronológicamente la totalidad de la colección. La muestra puede visitarse hasta el próximo 1 de octubre.
El director del Morera, Jesús Navarro, opina que el centenario es un buen momento para replantear el modelo museográfico vigente hasta ahora. “Convocaremos una mesa a la que invitaremos a artistas, críticos e instituciones culturales para que hagan sus aportaciones. Se trata de que el nuevo Morera construya un relato del arte leridano con una doble vertiente, Lleida como receptora de fenómenos artísticos, pero también como emisora de aportaciones artísticas fundamentales para la cultura del país”. Otra cuestión pendiente es el nombre. Navarro cree que debe abandonarse la dedicatoria al fundador y optar por una denominación sencilla y directa, Museu d’Art de Lleida.
El Morera nunca ha tenido una sede estable. El centenario se celebra con el proyecto arquitectónico de la nueva sede ya concluido para iniciar las obras que remodelarán con criterios museográficos la recuperada Audiencia Provincial.
El director del museo dice que debe abandonarse el nombre del fundador por una denominación sencilla