La Vanguardia

Un gol para la ilusión

Los blanquiazu­les se imponen en el añadido con una genialidad del brasileño tras firmar un pésimo partido

- DEPORTES

Los periquitos podrán seguir soñando con Europa gracias a una genialidad de Léo Baptistão, que dio la victoria al Espanyol en el tiempo añadido de un partido en el que el equipo blanquiazu­l prácticame­nte no hizo otra cosa que resistir los ataques, más voluntario­sos que efectivos, del Leganés.

El fútbol es un deporte de equipo que puede ganar o perder un único jugador. Ayer fue Léo Baptistão quien ganó un partido en el que su equipo prácticame­nte no compareció. Y si lo hizo fue para resistir con ahínco a un Leganés que demostró tener más ganas que fútbol y que mereció, si no la victoria, al menos el empate sin goles con el que iba a acabar el encuentro hasta que el brasileño cocinó y sirvió el gol de la victoria con una genialidad ya en el tiempo añadido. El españolism­o podrá soñar más y el equipo queda a tres puntos de la séptima plaza, que puede dar acceso a Europa.

No se puede decir que no saltase el Espanyol con todo al césped de Butarque. Apenas realizó Quique Sánchez Flores un cambio obligado respecto al once que la jornada anterior había doblegado al Alavés en Cornellà: Javi Fuego, ya limpio de amarillas, ocupó el lugar del sancionado Víctor Sánchez en el eje del centro del campo. Según había anunciado el técnico, los blanquiazu­les –ayer de negro– debían tratar de jugar ante un Leganés que se afanaría en cerrar los espacios y hacer el campo pequeño. Y pronto se vio, además, que el Espanyol era más equipo que el Leganés y que, hombre por hombre, la comparació­n tampoco se aguantaba. Pero lo que es jugar... sólo salieron con intención de hacerlo los locales.

En una de esas extrañas transmutac­iones que a lo largo de la temporada han venido realizando, los de Quique volvieron a ser ayer una sombra de lo que son. Y si ayer enfrente hubiesen tenido un equipo con presencia o incluso con las necesidade­s que hoy por hoy no tienen los madrileños, el baño podría haber sido importante. Porque los locales dominaron a placer un primer tiempo que se convirtió en un simulacro de mal fútbol por la incompeten­cia de los que trataban de llevar la voz cantante y los que se limitaban a achicar balones confiados en la indolencia de su rival.

En esos primeros 45 minutos, el Espanyol volvió a perder demasiados balones que el Leganés desaprovec­hó. A los 10 minutos, Pires ya tuvo la primera gran ocasión de poner a su equipo por delante al aprovechar un regalo de Javi Fuego en la frontal, pero el brasileño no se atrevió a entrar en el mano a mano con Diego López y perdió sus opciones al tratar de abrirse a la banda.

Después fueron Adrián Martín y El Zhar quienes ensayaron la acción personal, pero tras conseguir driblar a varios rivales fueron incapaces de realizar un disparo digno para sorprender al meta visitante. En ese primer periodo las ocasiones del Espanyol –por llamarlas de alguna forma– se limitaron a un disparo de Piatti que se fue por encima del larguero de Herrerín poco antes de que Clos Gómez enviase a los jugadores a los vestuarios.

La segunda parte empezó como acabó la primera. Aunque el Espanyol, que ante un rival como el de ayer tenía que llegar ni que fuese por pura lógica, esta vez tuvo la primera en el 53, cuando Caicedo recibió un balón al hueco y se plantó ante un Herrerín que estuvo atento y pudo tapar el hueco. Los locales replicaron con un libre directo de Pires más fuerte que colocado que Diego López detuvo en dos tiempos. Pero el Espanyol parecía por fin despertar y Jurado estuvo a pun- to de sorprender a Herrerín con un centro cerrado en la siguiente acción ofensiva de su equipo.

Los goles no llegaban y con media hora por delante ambos técnicos decidieron que era el momento de mover el banquillo. Quique, recurriend­o a Baptistão y más tarde a Hernán, aunque sentando para ello a Piatti, uno de los pocos que habían aportado algo en ataque junto a Jurado. Garitano, tirando de Luciano y Timor. El partido siguió siendo del Leganés, que tuvo la ocasión más clara de llevarse el gato al agua en el 71, cuando ni Szymanowsk­i ni Luciano acertaron a rematar un centro raso de Pires. Después fueron el propio polaco y Timor quienes se molestaron para rematar un balón franco en el área (78).

Y cuando el Leganés buscaba a la desesperad­a el gol de la victoria ante un Espanyol que parecía dar por bueno el empate apareció Baptistão para imponer por fin la lógica. Fue él quien aprovechó un balón perdido por El Zhar para conducirlo al campo rival por velocidad y, tras combinar con Gerard, sacarse de la chistera una vaselina desde la frontal para superar a Herrerín en su salida, frustrar la fiesta de Butarque y mantener viva la llama del españolism­o en esta recta final de Liga.

El equipo de Sánchez Flores queda a tres puntos de la séptima plaza, que puede dar acceso a Europa

 ?? DANI DUCH ?? Léo Baptistão celebra el único gol del partido con su compañero Gerard Moreno, ayer en Leganés
DANI DUCH Léo Baptistão celebra el único gol del partido con su compañero Gerard Moreno, ayer en Leganés

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain