Más apoyos al referéndum pactado
EL escenario político en Catalunya se mantiene en una relativa estabilidad, aunque con algunas variaciones significativas, según el barómetro deGAD3para La Vanguardia realizadoentreel 7 y el 12 de abril y cuyos resultados se han publicado ayer y hoy. Básicamente, el soberanismo conserva por la mínima la mayoría absoluta en el Parlament, pero pierde cuatro escaños; el independentismo da muestras de desconcierto pero se mantiene y el índice de catalanes que exige un referéndum sigue siendo del 75%; al tiempo que mejora la percepción sobre la situación económica y empeora de forma ostensible la política, lo que evidencia el creciente divorcio de la ciudadanía con sus representantes.
En el plano electoral, se amplía la ventaja de ERC sobre el PDECat. A la ex Convergència le sale cara la factura de los casos de corrupción (Palau, los Pujol y el 3%) que la afectan y ha perdido la mitad de sus apoyos desde el 2012. El deterioro de la figura política de Mas es evidente: el 58% le hace responsable de los casos de corrupción de su partido. Los republicanos son los únicos que se benefician del declive de los nacionalistas. Aunque, sumados unos y otros, mejorarían los resultados de Junts pel Sí en unpuntoymedioyrepetiríanlos62escañosactuales.Por suparte,eltercergrupoindependentista,laCUP,frenasu caída y queda con seis de los diez escaños que tiene en el Parlament.Asílasumadelindependentismosesitúaenla frontera exacta de la mayoría absoluta: 68 escaños.
Un dato destacable es que los escaños que pierden los cuperos van a parar al grupo de los comunes de Ada Colau, que asciende a 16 y cuyo recién nacido partido apunta como una seria opción de futuro en Catalunya por su apuesta por el referéndum. Aunque ese resultado abre la remota posibilidad de un tripartito con ERC y el PSC, al sumar 70 escaños, lo más relevante es que el nuevo partido se ha posicionado como un elemento clave para el futuro inmediato en el que debe concretarse la posibilidad de celebrar una consulta (pactada o no) o la celebración de unas elecciones a las que podría presentarse Colau como candidata a la presidencia de la Generalitat. Otro dato a tener en cuenta es la pérdida de apoyos a Ciutadans, tres escaños, que van al PP.
Respecto de las posibilidades de que finalmente se celebre un referéndum, el barómetro detecta una posición cada vez más garantista en la mayoría. Mientras la opción unilateral pierde apoyos (desde el pasado enero pasa del 37% al 29%), el 50% cree que no habrá referéndum y los sondeados se dividen a partes iguales cuando se les pregunta si piensan que el Govern debería congelar el proceso y negociar, mientras que el 47,7% piensa que la situación se resolvería con una reforma de la Constitución que reconozca las demandas de Catalunya. Sin embargo, aunque a la baja, sigue siendo mayoría la opción independentista: 41,9% del sí frente al 39,7% del no. En junio del 2016 las posiciones eran del 48,4% por el 35,3%, respectivamente. Por último, la encuesta pone de manifiesto la poca credibilidad del Gobierno de Rajoy cuando el 80% dice recelar de la operación diálogo emprendida por el Ejecutivo del PP y el 60% desconfía de las promesas de inversiones en infraestructuras hechas en Catalunya.
El barómetro dibuja un escenario complejo y muy polarizado por las fuerzas políticas, que obligará a talantes dialogantes para gobernar en Catalunya y para afrontar el calendario próximo en busca de una resolución al conflicto entre la Generalitat y el Gobierno central. Lo único que falta sobre la mesa es mucha voluntad y buenas dosis de coraje político.