Psiquiatría política
L’electe Autor: Ramon Madaula Director: Jordi Casanovas
Lugar y fecha: Sala Muntaner. Hasta el 7 de mayo
La obra teatral de dos personajes, la acción reducida a un único diálogo más o menos amistoso entre dos intérpretes, es el formato escénico que parece propiciar un mayor confort a muchos profesionales del teatro. Diría que Ramon Madaula (Sabadell, 1962) es uno de ellos, dado que, después de protagonizar, entre muchos otros, numerosos espectáculos limitados a un solo combate dialéctico, este es el modelo que él mismo ha escogido cuando se ha decidido a participar en la vertiente de la creación dramática. En efecto, su primera obra, Coses nostres, escrita en el 2014, se desarrollaba a través de una conversación entre el director de un teatro público y un crítico. Nadie más.
Y este año, en el feliz momento que lo visitaban las ganas de escribir una comedia, Madaula decidió regalar a sus muchos adictos L’electe, una pieza ingeniosa en la cual un nuevo presidente de la Generalitat, pocas horas antes de pronunciar su discurso de investidura, se ve obligado a aceptar los consejos de un famoso psiquiatra. Sin este remedio, el muy honorable paciente resolvería el trámite parlamentario haciendo el ridículo más espantoso y cosechando un fracaso seguro.
El problema del político es angustiante: cada vez que ensaya su discurso, a los dos o tres minutos se siente atacado por un picor nasal furioso que le obliga a hacer muecas horrorosas y a interrumpir su parlamento. Y bien, después de que el especialista le diagnostica “un tic espasmódico”, el político se verá forzado a explicar los detalles más relevantes de su infancia, las relaciones con sus padres, las motivaciones que lo han llevado a la política... En el papel del psiquiatra, Ramon Madaula es el interrogador implacable; el doctor que necesita escudriñar todos los rincones de la mente, todas las costumbres, deseos y aspiraciones de la víctima del espasmo facial por más que esta, interpretada por Roger Coma, se resista a desnudarse interiormente como le exige la urgencia médica que lo puede salvar del serio compromiso al cual se ha de enfrentar en pocas horas.
Al escribir L’electe, Madaula se armó de los mejores recursos para la parodia, tanto de ciertos tópicos sobre la práctica psiquiátrica como de los discursos del político novel que se presenta como un salvador de todas las carencias de su entorno. Al mismo tiempo, hace que el texto abra una rendija por donde el espectador descubre, con golpes de humor espléndidos, la opción sexual del especialista. Y, por otros resquicios, el nuevo dramaturgo suelta alguna crítica al país: “Catalunya –dice el psiquiatra– tiene que pasar de la paranoia sistemática al delirio controlado”.
Creo que L’electe aporta a la cartelera un texto de creación autóctona formidable, soporte de una excelente diversión. Por otra parte, la interpretación de Ramon Madaula es inmejorable, y la de Roger Coma, la mejor de su carrera. Hay que tener en cuenta que la dirección del espectáculo es magistral. Ninguna sorpresa, sin embargo: ha sido asumida por Jordi Casanovas. Una garantía. No se lo pierdan.