La Caixa quiere seguir en la nueva empresa tras la fusión Atlantia-Abertis
Las acciones del grupo concesional caen por la indefinición sobre la ecuación de canje
Los directivos de Abertis se reunieron con los de Atlantia para tratar los detalles preliminares
El mercado ayer mostró la incertidumbre que gira sobre el precio que pagaría Atlantia por Abertis. Por eso, su comportamiento en bolsa fue el contrario al del día precedente: Atlantia, como empresa compradora, recuperó un 0,56% tras la caída del martes, mientras que las acciones de la
opable Abertis se desinflaron un 3% después de haber rebotado un 6,6% el martes.
La intención de La Caixa es mantener la participación en Abertis incluso si finalmente sale adelante la oferta pública de acciones (opa), se fusionan y dan lugar a una nueva compañía. Atendiendo a las participaciones que tienen los accionistas actuales, si la fusión fuera simplemente la suma de las dos empresas, el primer accionista sería la familia Benetton con alrededor del 16% y el segundo La Caixa con aproximadamente un 10%. Esos cálculos se basan en las cotizaciones de ayer y no tienen en cuenta la ecuación de canje que finalmente se decida.
Jaume Puig, director de GVC Gaesco Gestión, dijo ayer que la cotización de los dos valores “no se estabilizará hasta que se conozca la ecuación de canje y, por lo tanto, seguirá la inestabilidad”.
La caída de la cotización de Abertis se produjo ayer después de que la CNMV levantara la suspensión de la cotización que dictaminó el martes poco antes del cierre del mercado. Para que la CNMV les levantara la suspensión, a medianoche del martes la empresa envió un segundo comunicado en que informaba de que “tuvo lugar una reunión entre directivos de Abertis y de Atlantia, y sus respectivos asesores, en la que Atlantia compartió sus ideas preliminares de estructura en relación con una posible operación corporativa”.
Abertis señaló que en el encuentro la empresa italiana les informó de que la opa podría pagarse “en efectivo, en valores, y/o combinaciones de ambas”.
Ayer desde Madrid, el ministro de Economía, Luis de Guindos, indicó que el Gobierno aplicará la normativa de Competencia a la eventual fusión del grupo de concesiones español Abertis con la italiana Atlantia “cuando se concrete la operación”. Guindos añadió que “se trata de una operación corporativa entre empresas privadas. Lo que hará el Gobierno será aplicar la normativa de Competencia cuando se concrete la operación”.
El papel del Gobierno español será importante puesto que el Ejecutivo italiano vetó la operación cuando hace diez años las dos empresas ya intentaron fusionarse pero manteniendo la sede operativa y la dirección en Barcelona. En aquel caso se llegó a pactar incluso que la nueva empresa mantendría el nombre de Abertis.
La compañía resultante gestionaría unos 13.600 kilómetros de autopistas repartidas en ocho países (Francia, Brasil, Chile, India, Polonia y Puerto Rico, además de Italia y España), facturaría unos 10.400 millones y sumaría un valor de mercado de 35.200 millones de euros.